Vamos a la previa. En el delito de fraude al fisco, financiamiento irregular de la política y la corrupción, siendo condenados el exsenador Jaime Orpis y la exdiputada Marta Isasi. El senador de aquellos tiempos fue sentenciado a cumplir una pena de cinco años y un día de cárcel efectiva por seis delitos de fraude al fisco y a 600 días de reclusión por dos delitos de cohecho. Caso conocido como “Corpesca”.
En esa misma sentencia el Tribunal dictaminó que debería pagar una multa de $109 millones y a no ejercer cargos públicos mientras dure la condena. Para Marta Isasi la Corte la condenó a 50 días de prisión por el delito de cohecho y a pagar una multa de $20 millones, y a la suspensión de ejercer cargos públicos por casi un año y medio cargos públicos.
Sin embargo, el exasesor de Marta Isasi, Georgio Carrillo Vercellino, se encontraba prófugo desde el año 2019. Según fuentes de ADN noticias, Carillo tenía tres órdenes de detención pendientes. Recién este viernes 24 de noviembre, la Policía de Investigaciones, confirmó la detención del exasesor de la Diputada de aquella época. Carrillo contaba con antecedentes de estafa, defraudaciones y fraude de subvenciones.
Ahora muy poco o casi nada, o nada se ha divulgado esta noticia. La que se une al caso de corrupción del abogado Luis Hermosilla. Todas las personas ligadas al partido de la UDI. Ellos mandan a votar por el Apruebo, colocándose como ejemplo de superioridad moral.
Las campañas por el Apruebo y por el Rechazo están en curso. Las personas más interesadas están en busca del texto borrador que se va a votar. Aquí vemos que tenemos ciudadanos que le dan una vital importancia “votar informado” y otros que cumplen con esta obligación cívica, según su propia percepción y la influencia de los medios de comunicación.
Los republicanos en la derecha más ultra conservadora y neoliberal, junto con la derecha tradicional, tratando de sacar el máximo de partido al grave problemas de los casos de corrupción “Convenios”, pero ponen el mayor acento en la migración, a la delincuencia sostenida y al mayor tráfico de drogas.
Cualquier tipo de delito nuevo y otros crímenes de alta connotación pública, enfrentamientos de pandillas por territorios, de bandas de narcotráfico y del crimen organizado. Sin lugar a dudas, sirven a los propósitos electorales de quienes políticamente tratan de responsabilizar al gobierno de turno del mal manejo administrativo del país. Sembrar más miedo para que la gente viva bajo la esquizofrenia del síndrome de la muerte.
Pero para poner paños fríos. El plebiscito del domingo 17 de diciembre, no es para evaluar la marcha del Gobierno de nuestro país. Por supuesto que no. Es para aprobar y/o rechazar el texto redactado y aprobado por la mayoría del Consejo Constituyente. Un texto que finalmente aprobaron los mismos constituyentes republicanos, el que será sometido al acto superior de la democracia, como será la soberanía popular en las urnas. Los resultados nos dirán sí hicieron bien su pega.
Una persona como yo, me asiste la obligación cívica, después de estudiarlo cuidadosamente, de definirla como un texto contrario a los propósitos esenciales y fundamentales, por el cual la mayoría del pueblo nos movilizamos el 18 de Octubre de 2019.
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Por ejemplo. En el Capítulo II. Derechos y Libertades Fundamentales, Garantías y Deberes Constitucionales. Vamos al Artículo 27. “La libertad sindical. Esta comprende el derecho a la sindicalización y a la huelga ejercida dentro del marco de la negociación colectiva.”
Cuando leo esta propuesta como nuevo texto Constitucional, se me revuelve el estómago. Me descompenso al extremo de perder mi conciencia. Se me pasan muchas cosas por la cabeza. Por luchar y llevar adelante huelgas sin el derecho de negociación colectiva para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras de mi sector laboral en Zofri, hoy tengo varias enfermedades que no las adquirí por consecuencias hereditarias. En estas condiciones de mal estado de salud, sufro las consecuencias crónicas de la lucha obrera, en contra de condiciones laborales abusivas y explotadoras.
El derecho a huelga, sea en las condiciones que sea, no puede limitarse y menos negarse como un derecho fundamental. Primero, no sé si quienes redactaron este texto alguna vez vivieron la odisea de estar trabajando donde no existe el derecho a la negociación colectiva. Segundo, que por consideraciones políticas la ley laboral, desde, la dictadura solamente permite a los sindicatos de Empresa el derecho a negociar colectivamente. Tercero, los Sindicatos Interempresas pueden negociar colectivamente siempre que el y/o empleadores lo permitan y estén de acuerdo. A menos que se den otras condiciones laborales que permitan por la fuerza y la unidad del sector; sea un factor clave para forzar la negociación colectiva como fue el caso de los Tripulantes acá en Iquique.
El derecho a Huelga no se puede circunscribir a un pliego de peticiones de los trabajadores. Es un derecho más amplio, más general y que aborda aspectos esenciales de la estructura del trabajo decente, de la integridad física y psíquica de la comunidad laboral, incluso hay demandas donde el mundo trabajo tiene propuestas del futuro a las autoridades competentes. La Huelga es un último recurso dentro de la multiplicidad de autoridades.
Zofri estaba pasando por uno de sus peores momentos comerciales, especialmente por la Crisis asiática, todos los esfuerzos de los actores eran inútiles y estériles. En lo personal encabecé este movimiento, con una Huelga de Hambre. siendo presidente de la CUT provincial. Para abreviar, el entonces, senador Serio Bitar, empoderó al Presidente de la República, don Ricardo Lagos Escobar, quien en definitiva sacó adelante la Ley Nº 19827. La que permitió que el valor del equipaje viajero se aumentara de US$ 500 (quinientos dólares) a la cifra de US$ 1.000 (mil dólares) reajustable de acuerdo al IPC de cada año. Esta misma Ley, permite a Zofri S.A., la venta de terrenos a los Usuarios del sistema. Y por último permite a los Usuarios importar vehículos para su comercialización, eliminando las barreras límites, mejorando sus ventas y de que la ciudad no fuera saturada como bodega de vehículos viejos y en mal estado.
Paros, Huelgas y movilizaciones, dieron su fruto en la cosmovisión de Zofri. Me recuerdo de otras paralizaciones haciendo prevalecer la jornada laboral de 45 horas, del derecho a la sala cuna, de condiciones laborales dignas. Incluso Huelgas por el respeto del derecho consuetudinario. En fin, las Huelgas no siempre, como lo dije anteriormente, se relacionan con materias de negociación colectiva. Por lo mismo, no se puede aprobar un texto con tamaño error. A 21 días del plebiscito, ejerceré mi voto en contra. Gracias.