Una explosión en la planta de donde se fabricaba bombas de «racimo» de Cardoen, ubicada en esos años en Alto Hospicio, causó ayer la muerte de 30 trabajadores y 12 heridos, la información de los medios en enero de 1986.
En la planta se montaban bombas de fragmentación antipersonales, más conocidas como “racimo” con destino a Irak y otros países del Medio Oriente.
Los reportes de la época indican que se hizo un llamado a través de las emisoras de radio pidiendo donaciones de sangre para los heridos, que estaban en el Hospital Regional de Iquique.
La empresa a través de un comunicado informó de la tragedia: “Hoy sábado 25 de enero de 1986, siendo las 10.30 horas aproximadamente se produjo una explosión en la sección de armado de submunición de la planta de Alto Hospicio. Como consecuencia de lo anterior, perdieron la vida cuatro trabajadores y se encuentran desaparecidos 24, hay 9 heridos de los cuales dos fueron derivados al hospital y el resto a sus casas”.
A la vez el empresario Carlos Cardoen deslizó que el motivo de la explosión habría sido “el resultado de un sabotaje y que la próxima bomba la construiría con sus propias manos”.