En diciembre de 2006, sin estridencias, ni sentimentalismos, ni publicidad especial para el caso, los diarios de Iquique comentaron el cierre definitivo de las añosas ex dependencias de la comercial «La Confianza», en pleno centro comercial de la ciudad. Iban a ser demolidas para abrirle espacio a un gran centro de ventas, más acorde y más relacionado con estos nuevos tiempos del mercado que con la época romántica a la que el antiguo almacén pertenecía.
Demás estaría repetir aquí también que, con la desaparición del edificio original de la alguna vez afamada casa comercial, desapareció otra larga e importantísima parte de la historia de Iquique. Lo intrigante es verificar, sin embargo, cómo el impulso instintivo nacional a olvidarlo todo ha afectado también a este ejemplo de pérdida patrimonial, al punto de que muchos iquiqueños ya ni siquiera recuerdan la elegante tienda ni el lugar que ocupó por más de una centuria en la urbe.
Hubo una nostálgica gran época en que «La Confianza» se hallaba en esa señorial casa de dos amplios pisos de madera, balcones y balaustras de estilo victoriano-georgiano, tan conocido en Iquique, exactamente en la esquina de calle Tarapacá esquina con Tacna, posteriormente llamada Obispo Labbé. Propietada por los hermanos Juan y Luis Solari, se ubicaba en un sector entre las dos grandes plazas de Iquique (Prat y Condell) donde destacaron también varios otros comerciantes italianos, como don Andrés Foscarini, que tenía una lujosa tienda y taller de espejos justo en este mismo cruce y a quien se le recuerda por haber hecho construir el busto que homenajea a Cristóbal Colón en el paseo costanero. Más aún, el propio edificio del Círculo Italiano de Iquique quedaba por esas mismas cuadras.
Aunque «La Confianza» siempre aparece relacionada con la sociedad Solari Hermanos, no estoy seguro de quién fue el fundador de la casa comercial en el siglo XIX, pues en antiguos vales salitreros que servían a los empleados de las oficinas calicheras como cupones de canje para mercaderías en la tienda, aparece mencionado un señor Benito León como su propietario. Mario Cortés Flores apunta en «Conrado Menzel», también, que los hermanos Solari recibieron la tienda por ser la sucesión del señor J. B. Magnasco.
Como sea, no cabe duda de que fue uno de los negocios más antiguos de la ciudad, nacido en 1875 según aseveraban sus dueños, compitiendo en longevidad con otras conocidas casas comerciales como los almacenes «Las Dos Estrellas».De hecho, los históricos edificios sedes de ambas firmas eran muy parecidos, por no decir que casi iguales.
«La Confianza» destacaba por su cotizadas mercaderías y enseres, especialmente los de fabricación europea: desde los servicios de sastrería hasta finas vajillas para residencias copetudas, aunque la variedad de precios y calidades atraían transversalmente a todo el universo de clientes posibles. Allí había telas, decoración, piezas de arte, sombreros, marroquinería, calzado, paraguas y quitasoles, utensilios, etc. En avisos publicitarios de 1910, por ejemplo, se señala que la tienda de Solari Hermanos ofrece exclusivas prendas femeninas de la moda parisina, además de sombreros Lambert y otras marcas, «a precios módicos». También hace ostentación de su elegante sastrería para caballeros.
Posteriormente, la sociedad propietaria pasó a denominarse Solari y Cía. Ltda., y en su sencilla publicidad para revistas de inicios de los años cincuenta se jactaba ya de tener más de medio siglo de vida, a la vez que se autodefinía como «La tienda que surte al iquiqueño y al extranjero visitante». Poco después, al comenzar los años sesenta, ya proclamaba ser «la tienda más antigua de la localidad». A veces, haciendo loas a la condición de puerto de la ciudad y a su relación con el comercio que deriva de esta característica, «La Confianza» se publicitaba también como el logo de un ancla sobre un triángulo invertido. Su teléfono era el 616 y su casilla la 172.
Imagen de la tienda en los años cincuenta, a la derecha del encuadre, con un lienzo adhiriendo a las peticiones de los comerciantes iquiqueños de crear el puerto libre. Fotografía publicada por la revista «En Viaje» en 1957.
La tienda permaneció con el mismo nombre por largo tiempo, a pesar del paso del tiempo y de algunas huellas de la vejez en su centenaria casona de Tarapacá con Labbé. Sin embargo, desde que pasara la época dorada de estos antiguos negocios en el centro de Iquique y particularmente en Tarapacá, muchos edificios comerciales, hoteles y viejos clubes desaparecieron paulatinamente de ella, aunque quizás nadie se esperaba que el mismo destino alcanzara «La Confianza» y sus hermosas dependencias.
La noticia se hizo pública durante el año 2006: la sede que había sido por tantas décadas el alero de la casa comercial, cerraría y sería demolida para construir una nueva y más sólida, destinada a las tiendas «París» y a los supermercados «Santa Isabel», del grupo Cencosud… Curiosa ironía aquella: otros antiguos ex «almacenes» como «París», evocando con su nombre a la procedencia de la misma mercadería francesa de la que se jactaba años atrás «La Confianza», pasarían a sustituir su espacio, su rol y quizás hasta su propia memoria en Iquique. Y ya sin su tradicional casona con paredes de pino Oregón ni ese pulcro cortinaje tras elegantes balcones, figura desde entonces aún perteneciendo a la Solari y Cía. Ltda. un espacio también bastante antiguo pero menos esplendoroso, en calle Vivar esquina con San Martín, aunque manteniendo el nombre de la tienda.
El clásico edificio comercial fue desmantelado durante el año 2007. Aparecieron por entonces avisos ofertando el legítimo pino Oregón Americano de desarme de la tienda, hacia el mes de mayo. Luego, con inusitada velocidad, fue levantado el actual complejo de multitiendas con su característico torreón central justo en la esquina, allí donde antes estaba la entrada principal y con cortinas de «La Confianza», además del proyecto adjunto Edificio Tarapacá, vecino a las tiendas por el lado de calle Tarapacá. Al menos la arquitectura de la flamante obra intentó mimetizarse en parte con el estilo británico de la arquitectura del casco histórico, a diferencia de lo que han sido otros casos.
El nuevo edificio fue inaugurado hacia el año siguiente, dejando atrás toda huella y también parte de los recuerdos de los viejos almacenes «La Confianza», cuya existencia hoy sólo ronda en la frágil memoria histórica y urbana iquiqueña, más una que otra vieja fotografía blanco y negro.
Fuente URBATORIVM (tomado del blog de URBATORIVM, muchas gracias por la investigación)