GONZALO PRIETO N.
Enfrentaremos el plebiscito de salida y sabemos con sinceridad que no será fácil. El apruebo y el rechazo se disputan el cambio o la continuidad.
Hemos sido parte de una historia inédita en nuestro país desde muchas perspectivas. Nunca hubo en Chile un proceso como este para escribir una nueva constitución. Que no vendrá a resolver los problemas de inmediato, sino que es el paso inicial para la construcción de una sociedad más integrada, cohesionada y con la capacidad de hacer frente de mejor forma a los desafíos que tiene el presente.
La nueva constitución nos permitirá al menos tres cosas muy importantes:
- Un Estado Regional: Las y los regionalistas sabemos y conocemos las grandes dificultades que tienen las regiones con un país como este. Hipercentralizado y de modelo unitario. Ello significa que todas las decisiones se toman en Santiago, que los recursos que por justicia pertenecen a nuestro territorio se van de aquí, dejando las migajas y haciendo nuestra vida aún peor. Es indispensable que se nos devuelva el poder y el dinero a las regiones, para que seamos nosotras y nosotros mismos los que podamos decidir si construimos hospitales, escuelas o casas. Seremos nosotros quienes decidiremos dónde y cuándo. La nueva constitución nos devuelve la posibilidad de ser quienes gobernemos para solucionar nuestros problemas y emprender nuestros proyectos.
- Estado social y democrático de derecho: Esta es la posibilidad real de tener derechos sociales como la vivienda, la salud, la educación, las pensiones, el trabajo digno y la seguridad como pilares del Estado. Ya no sólo es derecho al acceso donde si usted tiene plata puede brindárselos, sino es la obligación que nos entregamos para generar mejores leyes, mejores políticas públicas que cumplan estos derechos y se materialicen en obras concretas.
- Un modelo de desarrollo económico y social sostenible y humano: Un mundo que atraviesa por una grave crisis climática, un mundo que está cambiando vertiginosamente sus modos de producción, en el cual es el conocimiento y los datos el nuevo oro del futuro, requiere plantearse como ejes fundamentales la protección del medio ambiente y el equilibrio con las actividades productivas, incluso al punto de pensar no solamente qué producimos, sino cómo producimos. Ello requiere una capacidad adaptativa de nuestro marco constitucional y por ello, es por lo que la nueva constitución es un buen inicio para ese camino. Vamos a tener una mejor economía si somos capaces de aprender de los errores del pasado. Quedarnos con la de ahora significa seguir destruyendo el medioambiente y quedar en una economía que beneficia a unos pocos y al resto sólo nos deja con deudas.
Es evidente que no todo el texto es lo que queríamos, hay mucho que nos falta. De igual forma existen algunos temas que deben ser mejorados, sobre todo en aquellas cuestiones que dicen relación con el sistema político. Debemos siempre pensar que el proceso constitucional no termina con el plebiscito de salida, sino que es el cierre de un ciclo para pasar a otro, que es la adaptación de la nueva constitución a las leyes de nuestro país. Tenemos un largo camino por delante. En el PPD tenemos la convicción de votar apruebo la nueva constitución, pero también asumimos el compromiso de mejorar en la adaptación del texto a nuestro país, porque sabemos bien que las personas necesitan la mayor certeza de que una nueva constitución es un cambio para mejorar sus vidas, las de sus familias y las de las nuevas generaciones.