Después de un bautizo mundialista durísimo ante dos gigantes, Suecia (0-2) y Estados Unidos (0-3), Chile por fin podrá mostrar su juego ante Tailandia, este jueves en Rennes (19h00 GMT), en una última jornada de la fase de grupos en la que se aferra a las matemáticas para soñar con los octavos.
La Roja no lo tiene fácil. Ya se han repartido 13 de las 16 plazas de octavos, dos de las cuatro asignadas a los mejores terceros, única vía que le queda al grupo de José Letelier.
«Los resultados han sido lógicos, pero siempre tienes la esperanza de que hubieran sido mejor. Mantenemos la esperanza hasta que las matemáticas digan lo contrario», señaló el técnico.
En una llave F en la que Estados Unidos y Suecia ya lograron el pase -jugarán por la primera plaza-, la clasificación de Tailandia necesitaría un milagro mayor, ya que su diferencia de goles es de -17.
Chile tampoco está para tirar cotillón, tiene -5, por lo que sus opciones pasan por una serie de combinaciones.
Por ejemplo, para terminar por encima de Nigeria, tercera del grupo A con -2, Chile deberá ganar por una diferencia de tres goles a Tailandia.
– ‘A por los tres puntos sí o sí’ –
«Vamos a ir a buscar los tres puntos sí o sí. Tenemos grandes opciones de terminar bien, nos tocó un grupo muy difícil», se limitó a decir la arquera Christiane Endler, figura de Chile en los dos primeros partidos, en los que se exhibió con paradas de todos los colores, sin entrar al juego de las variantes matemáticas.
Ante dos gigantes del fútbol femenino, el equipo dirigido por Letelier defendió bien en muchas fases, pero no pudo mostrar su juego ofensivo.
«La forma de atacar a Estados Unidos y Suecia era diferente, ahora tenemos que ir con todo, estoy ansiosa de poder marcar, de aportar y de poder triunfar», apuntó la delantera María José Urrutia, con una ingrata tarea ante suecas y estadounidenses.
Tailandia se ha mostrado más vulnerable. Suma 18 tantos en contra en dos partidos -incluyendo el 13-0 de Estados Unidos, la mayor goleada en la historia del Mundial femenino-, pero puede presumir de haber marcado uno, Kanjana Sung-Ngoen ante Suecia, algo que todavía no ha hecho Chile.
«Este gol significa abrir una gran puerta, era difícil lograrlo ante un equipo destacado como Suecia, pero la preparación ha dado resultados. Hemos progresado mentalmente tras la derrota contra Estados Unidos», señaló su seleccionadora, Nuengrutai Srathongvian.
Chile tiene varios retos en Rennes; marcar su primer gol en un Mundial, sumar sus primeros puntos y ¿por qué no? Desencadenar una carambola que la lleve a octavos.