Si bien muchas veces en este medio lanzamos a la chacota el mal olor que hay en las noches en Iquique. Cosa que a nuestros abuelos les gustaba ese “olor a dólares”, que otorgaba fuentes de trabajo a los ciudadanos de este puerto y millonarias ganancias a los dueños de las pesqueras que nunca vivieron acá.
Desde mediados de febrero, cada ciertas noches el hedor de la falta de “hermeticidad” de las empresa es percibido por la población, donde algunos utilizan las redes sociales para reclamar casi a la pared. Ya que, al parecer, las autoridades de la Salud no tienen herramientas para frenar el abuso de las pesqueras con el medio ambiente y, lo principal, la salud de todos los iquiqueños.
El llamado es , que las autoridades a buscar un solución definitiva para terminar con los malos olores, pero desde ya, y no anunciar “sumarios sanitarios”, cuyos resultados se pierden en la nebulosa, además de no saber cuánto pagan de multas las pesqueras.
Ahora parece que los reclamos son como hablarle a la pared, ya que desde hace semanas sigue el mal olor. No queremos pensar que falta interés en solucionar el problema que cada noche afecta a los iquiqueños. Basta recodar que dos parlamentarios eran pauteados y pagados por las empresas para hacer leyes, lo que coloca a las pesqueras y sus grupos controladores con mucho poder económico, pasa socavar el sistema.
Mientras no se termine con el problemas, tenemos derecho a sospechar que algo pasa.