La salud sexual, tal y como la define la Organización Mundial de la Salud, es “un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad”. Algo que, lógicamente, varía en cada fase de la vida.
“Las mujeres experimentan diversos periodos del placer sexual a lo largo de su vida, pero cuentan con una gran capacidad para adaptarse y renovarse ante cada cambio, ya sea físico u hormonal”, señala Alberto Gooding, responsable de comunicación de LELO en España.
“En este sentido, comprender cada etapa del deseo sexual ofrece la posibilidad de sentirse libres y seguras para experimentar una sexualidad placentera en cualquier momento de la vida”, añade Gooding.
Descubrimiento
Si tuviera que definirse por una horquilla de edad, abarcaría desde la pubertad hasta aproximadamente los 25 años, aunque este proceso puede variar según cada mujer.
Durante esta etapa nace el deseo sexual, que invita a buscar las primeras experiencias sexuales, marcadas por la inexperiencia, la falta de conocimiento previo y la incertidumbre sobre qué se debe esperar en estos encuentros.
Asimismo, es en este periodo cuando la mujer experimenta cambios y comienza a entender cómo responde su cuerpo ante los estímulos sexuales.
Autoconocimiento
En este momento, que se prolonga aproximadamente hasta los 40 años, los niveles hormonales son más estables. Asimismo, se produce una revolución en la vida sexual, ya que, según los últimos datos de la Encuesta de Satisfacción Sexual de LELO (*), las personas de entre 31 a 40 años son las más activas sexualmente.
Existe una experiencia previa en este ámbito que aporta conocimiento sobre los gustos propios y de los demás, pero no se ha profundizado en el cuerpo propio.
Liberación
A partir de los 40 años se inicia una etapa en la que se dejan atrás los prejuicios y se vive la sexualidad más libre. Atreviéndose a cumplir algunas fantasías sexuales dejando atrás los tabúes.
Sin embargo, esta fase también marca el comienzo del descenso de los niveles hormonales. Así como una bajada de libido y frecuencia de relaciones sexuales como consecuencia del estrés y la ansiedad de los quehaceres cotidianos, el cambio de prioridades (la familia por delante de uno mismo) o los cambios físicos, que hacen que se experimente un decrecimiento del deseo sexual.
Plenitud
A partir de los 45 años la menopausia se instaura en las mujeres. Por lo que comienzan a experimentar síntomas como taquicardias, fatiga, sequedad vaginal y desajustes en los niveles de estrógenos.
En muchas ocasiones la llegada de la menopausia hace que, desde el punto de vista sexual, sea una etapa complicada.
Fuente: Informe 21