Dondinho y Celeste bautizaron a su primer hijo como Edson por Thomas Edison, uno de los inventores más grandes de todos los tiempos. Su familia le llamaba ‘Dico’, pero en el colegio le pusieron como mote ‘Pelé’ por su mala pronunciación del nombre del guardameta brasileño Bilé.
Dondinho era un futbolista que militó casi siempre en divisiones inferiores. “A día de hoy estoy muy orgulloso de que mi padre sea el único jugador que conozco que marcó cinco goles de cabeza en un partido”, declaró Pelé a la FIFA.
En 1950, Dondinho y sus amigos, pegados a una radio, estaban eufóricos: Brasil acababa de ponerse 1-0 arriba en un partido decisivo contra Uruguay en Maracaná, en el que le bastaba un empate para ganar su primer Mundial. Por tanto, Pelé, que tenía 9 años, salió de casa tranquilamente para dar unas patadas al balón con sus amigos.
“Cuando volví, me quedé estupefacto”, recordaba Pelé. “Fue la primera vez que vi llorar a mi padre. Estaba desolado. Entonces le prometí: ‘Algún día ganaré el Mundial para ti’”.
A partir de entonces, Pelé, que anteriormente quería ser piloto de avión de mayor, estaba decidido a convertirse en futbolista.
La explosión
Waldemar de Brito, ex delantero de la selección de Brasil entrenaba al ya desaparecido Bauru, un club modesto del estado de São Paulo, cuando descubrió que tenía a un prodigio en su plantilla. En 1956, Waldemar llevó a Pelé a hacer una prueba con el Santos, y se atrevió a proclamar que su pupilo se convertiría en “el mejor jugador del mundo”.
El entrenador del Santos, Lula, se rió al oír eso, pero tras ver a Pelé en su primer entrenamiento, no tardó en hacerlo debutar con el primer equipo. Ya en su debut, con 15 años, Pelé marcó un gol. Durante los siguientes 18 años, el delantero catapultó al Santos a ganar 25 títulos, incluidas 2 Copas Libertadores y las 2 Copas Intercontinentales subsiguientes.
El casual número 10
Pelé inmortalizó la camiseta número 10 por todo el planeta… pero sólo por casualidad. Brasil olvidó enviar a la FIFA los números de su plantilla para Suecia 1958, por lo que fueron asignados al azar. Casi ninguno tenía sentido posicionalmente (al portero Gilmar y al defensa central Zózimo les adjudicaron el 3 y el 9, respectivamente); pero quiso el destino que Pelé, que empezó como suplente, obtuviese el número que acabó convirtiendo en el más famoso del fútbol.
Fama y distinciones
En 1970, Pelé fue elegido la persona más famosa del planeta por delante de John Lennon, el papa Pablo VI, Paul McCartney, Muhammad Ali, Paul Newman, la reina Isabel II, Neil Armstrong, Elvis Presley, Clint Eastwood, Elizabeth Taylor, John Wayne y Barbra Streisand.
Unos años más tarde, la marca ‘Pelé’ fue designada por un estudio como la segunda mayor del mundo. Increíblemente, el brasileño era más grande que los gigantes del petróleo y el gas, los bancos, los fabricantes automovilísticos, las líneas aéreas, los colosos de las telecomunicaciones y cualquier otra cosa que no fuese Coca-Cola.
Pelé, Muhammad Ali y Jackie Robinson fueron los únicos deportistas incluidos en la célebre lista que elaboró la revista Time en 1999 con las 100 personas más importantes del siglo XX.
Ese mismo año, Pelé fue uno de los nueve deportistas a quienes el Comité Olímpico Internacional concedió el premio “Deportista del siglo” … pese a que nunca participó en unos Juegos Olímpicos. Entre los demás figuraban Carl Lewis, Mark Spitz y Nadia Comaneci, tres de los deportistas más laureados en la historia olímpica, así como Steffi Graf y Michael Jordan.
Pelé fue el primer destinatario del Premio Laureus a la trayectoria de toda una vida, en el año 2000.
FUENTE FIFA/YouTube/AV/JCN