enero 16, 2025
inicionoticiasactualidadcultura popdeportesempresasopiniónpolíticatierra de campeonesalta suciedad

20

Ago

El Poli (Columna de Gonzalo Vallejo)

Por GONZALO VALLEJO

Se ha ido el Poli. Partió el Poli a la nada misma. Partió porque soñó. Se nos fue el Poli consecuente, el Poli militante, el Poli escritor, el Poli humano, el Poli báquico, el Poli existencial, el Poli bueno, el Poli alegre, el Poli triste, el Poli resistente, el Poli trascendente, el Poli inglés, el Poli mexicano, el Poli chileno, el Poli idealista, el Poli epifánico. Le llegó la hora al Poli.

El Poli comprendió la vida y la muerte. El Poli comprendió el amor completo, el amor inquieto. La escritura del Poli fue prístina como aurora urbana. Escribidor noble. Siempre escribió con la verdad, aquella verdad conmovedora, la verdad herida y oculta por un capitalismo perverso.

 

El Poli fue un obrero de las letras y de la paz. El Poli cantó al hombre libre, al hombre realizado, al hombre real, al hombre citadino, al hombre periférico, al hombre humilde, al hombre pobre. El Poli fue un apasionado de la libertad, aquella libertad social y política, diáfana y ecuménica.

El Poli partió y ni siquiera fue noticia mediática en los medios de comunicación, controlados casi en su totalidad por una caterva económica, avasalladora y dominante. Al Poli le tocó beber constantemente el cáliz de la amargura ante tanta injusticia que le tocó presenciar en la dictadura y en la no dictadura. El Poli justificó plenamente su estadía en el mundo real y en el mundo imaginario, ayudando, con su pensamiento creativo, a sus iguales a ser más humanos con su sola existencia.

 

El Poli luchó por salvar la belleza y la bondad que hay en la mente del hombre explotado, del hombre idiotizado e incoherente por la tecnología, imperante en esta época tan brutalmente relativa y perdida.

El Poli Délano no recibió el Premio Nacional de Literatura. El Poli fue víctima de la envidia, del resentimiento social y del ínfimo nivel cultural que existe y existirá en este país definitivamente mediocre, consumista, clasista y enmascarado por la hipocresía. El Poli fue un guerrero de las letras. En sus escritos, cuentos y novelas, construyó, no destruyó. El Poli exaltó, jamás denigró. El Poli colaboró, nunca compitió. El Poli compartió, no acumuló. Para el Poli, el verdadero misterio de su escritura fue lo visible, no lo invisible. El Poli amó el ruido de la vida, pues supo que antes de la vida y después de la muerte, solamente hay silencio.

El Poli debe estar acariciando las estrellas y recordando un horizonte terrestre allá en el infinito. El Poli puso letras a los más bellos sueños del hombre progresista y solidario.

Comentarios

  • Como siempre el señor Vallejo…dando a este periódico, el nivel superior de cultura, clase y distinción que tanto necesitamos, se agradece

Deja tu comentario

ingreso de usuario

Google reCaptcha: Clave del sitio no válida.