Lunes 13 de agosto de 1973
IQUIQUE, PARAÍSO DE DELINCUENTES
El antiquísimo juego infantil llamado el “Compra huevos” parece reeditarse en Iquique, con respecto a la iluminación urbana.
En definitiva, la ciudad está a oscuras, en la mayor parte de su perímetro urbano y de ahí que proliferan aquí los cogoteros, lanzas, escaperos, monreros, rateros, desvalijadores de automóviles ya que la oscuridad es la mejor cómplice para tales desaguisados. La crónica viene nutrida que claramente con asuntos de esta índole y esa en la mejor prueba de la relación de causa y cierto en el caso que se indica.
Lo peor sucede en que los barrios donde la pobreza y la falta de trabajo son caldo de cultivo de los delincuentes. Este es uno de los aspectos negativos en una ciudad como Iquique, que podría tener un turismo floreciente, pero en vez de atraer al visitante parece más bien perplejo con la oscuridad y la suciedad de muchas calles.