octubre 14, 2024
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17

May

¡En estas elecciones, quién es quién! | Columna Nelson Mondaca I.

NELSON MONDACA I.


Nelson Mondaca columna
Nelson C. Mondaca Ijalba
nmonijalba@gmail.com

Antes del proceso electoral que se llevó a efecto este sábado 15 y domingo 16 de Mayo, aunque la publicidad electoral autorizada por la ley había terminado, los equipos políticos que tenían programas contratados en radio emisoras, con cierta habilidad continuaron promocionando a sus candidatos. A veces, los llamaron “invitados especiales para abordar la realidad política”. Se pudo percibir claramente, entonces, que se la ingenian para continuar “candidateándose”. Todo esto se traduce en recursos económicos y los que tienen más, pueden darse ese lujo de burlar la ley electoral. Pero, no hay que tomarse muy en serio este subterfugio radial, ya que, en las redes sociales la campaña es feroz y “a todo dar”.

Nuevamente, estamos y estuvimos en presencia de elecciones. Ahora, no concurrimos a votar en forma tradicional. No, no de ninguna manera. Estas elecciones tuvieron dos agregados especiales y que no se encuentran en ninguna parte de la historia republicana de Chile. Estas son las elecciones de los Gobernadores y los Constituyentes. Entonces, elegimos: 1) Alcaldes 2) Concejales 3) Gobernador y 4) Constituyentes. Es de perogrullo; cuatro papeletas y en cada uno de ellas se votó por solamente “una” preferencia. Si alguien marcó dos en un voto, entonces, valga la redundancia, el voto fue “nulo”.

Desde, mi punto de vista, sí uno pudiera clasificarlas en lugar de importancia, creo que sería un error de análisis privilegiar una sobre otras. Todas estas votaciones eran y son importantes. A la vez, nadie puede discutir que la elección de los Constituyentes tiene una trascendencia en la transformación del modelo de Estado que queremos construir para el presente y futuro de Chile. Por supuesto, es la primera vez, que se escribirá una Carta Magna, desde la base ciudadana y con representantes elegidos por nuestro pueblo.

Sin embargo, la participación ciudadana, es y fue de máxima gravitación. Le da mayor legitimidad. Pues, recordemos el Plebiscito del año pasado, ganó por una aplastante mayoría la opción de una nueva Constitución. Entonces, por simple lógica había que concurrir a los lugares de sufragio, para ratificar esta voluntad popular. De lo contrario, seguirá el reinado impuesto por la dictadura de Pinochet y profundizado en el período de la transición democrática: “el Estado empresario, monárquico y extremadamente neoliberal” seguirá vigente.

Continuando con otro punto de vista en la línea argumentativa, no podíamos equivocarnos en nuestras preferencias y candidatos, Hay quienes, recién aparecieron como defensores de la dignidad, derechos ciudadanos y justicia social. Sin embargo, Se opusieron a la participación ciudadana para modificar la actual Constitución. Se la juegan por mantener a las AFP’s y una parte de la derecha del “Chile Vamos” se opuso al retiro del 10% de los fondos para hacer frente a la crisis económica y a la pandemia del Covid-19. Insistiré, aquí hay que tener presente las excepciones y que le dieron las espaldas a los más poderosos de este país. Ahora, la clase política de este sector del oficialismo, con un pragmatismo comunicacional sorprendente, muy propio del arte de mentir, como actores de cine, se colocaron al lado de las grandes demandas del pueblo chileno.

Por cierto, cada uno es, fue y será libre para elegir por quién votar. Apoyar a un determinado candidato no era una cuestión difícil. Los que somos iquiqueños, conocemos nuestra ciudad, a sus líderes y la tradición familiar de quienes están en la lucha por el poder. También, queremos la renovación en la política y esto no significa dar carta blanca a los rostros más destacados y de reconocida acción social. ¡Para saber quién es quién de verdad! Había que hurgar en el vecindario, llegar a las cosas que se dedica en el barrio, en la universidad y en el trabajo. Ver quienes lo respaldaron, tanto a nivel nacional como en el plano regional. Entonces, que mejor diagnóstico para decir “Este es mi candidato” que ganó estas elecciones porque se reconoció su trayectoria. Aquí de lo se trata es de no caer y ser capturado por la simple propaganda política.

Con el paso de los años uno aprende. También he cometido aciertos y errores al momento de apoyar un candidato. Siempre lo hice tomando como premisa el compromiso político asumido por él (candidato) y su currículo vitae, por así decirlo. Solamente decir que, lo hice por mis ideales, conciencia y de corazón.

El mirar a los ojos del candidato me gusta. Leer sus propuestas no pasa de ser conocimiento general necesario. Lo que perdura en el tiempo es su trabajo, sus obras y su accionar por el bien común. No deseo políticos de enchufe eléctrico y que se atornillen en cargos públicos, designados por el poder de los gobernantes de turno. Por favor, quiero que la democracia se fortalezca y no sea una escalera para el enriquecimiento personal.

Veamos algunas ideas cualitativas y valóricas que tengo presente al momento de elegir a nuestros políticos/as, por ejemplo: Honestidad a toda prueba, incorruptible cien por ciento, leales a sus principios cívicos, amante de la justicia hacia los más vulnerables, luchador incansable contra la pobreza, fortalecer el progreso de la comunidad, ser eficiente en grado máximo en sus responsabilidades, mostrar diferencias con el nepotismo y otras lacras de nuestra sociedad. Esforzarse para ser un ejemplo del político valiente que está al lado de sus electores, antes que estar a las órdenes del partido y alianzas políticas. En fin, seguramente, hay otras condiciones que pueden destacarse como la solidaridad con el sufrimiento humano, el rol en favor de los más desamparados, etc. Ser un político y un “candidato”, es mucho más que ser simpático, tener un título ´profesional y un buen “bla-bla”.

Sí, como todo ciudadano tengo mis preferencias. Sin desmerecer a nadie, pero las personas que apoyé en estas oportunidad, creo que son personas muy capaces, de un humanismo muy especial, leales a la causa del pueblo. Espero lo mejor de ellos en los cargos a los cuales se postularon, entonces, misión cumplida y ojalá que ninguno de ellos no me defraude. No daré a conocer en esta columna sus nombres, pero sí diré que mi actuación es transversal, cargado hacia el progresismo, el centro y la izquierda.

Amigo/ga lector, respeto su legítima opinión de ser diferente y distante de la mía. Por supuesto, no soy dueño de la verdad absoluta. Demos un paso hacia adelante. Un fuerte abrazo.
P.D. Esta columna la escribí antes de conocer los resultados de las votaciones. Gracias.

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