En el Día Internacional contra el Cáncer Infantil, que se conmemora cada 15 de febrero, la investigadora de la Universidad del Desarrollo se refirió, entre otros temas, al panorama y a los desafíos que tiene nuestro país en el tratamiento del cáncer en niños.
En Chile se registran anualmente alrededor de 450 a 540 casos nuevos de cáncer en menores de 15 años y se reporta como la segunda causa de muerte más frecuente en niños de entre 5 y 15 años. Además, el último Informe de Vigilancia de Cáncer Infantil (2023) del Ministerio de Salud, que contempla el tramo entre los años 2017 y 2019, muestra que ocurrieron en este periodo 1.580 cánceres infantiles, principalmente de hombres, en un 54%, y un 45% de mujeres. La mayoría de ellos, casi el 43%, ocurrió antes de los cinco años de edad y la distribución en cuanto a la previsión ocurre en un 81% en personas con FONASA.
La investigadora del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina (ICIM) de la Universidad del Desarrollo y del CECAN (Centro de Prevención y Control de Cáncer), Johanna Acevedo, abordó el panorama y los desafíos de esta enfermedad, en el Día Internacional Contra el Cáncer Infantil, que se conmemora cada 15 de febrero.
¿Cuál es el tipo de cáncer más común y cuál es la situación de nuestro país respecto a esta enfermedad, que afecta a niños y niñas en todo el mundo?
El cáncer infantil es una enfermedad poco frecuente en niños, se focaliza principalmente entre los cero y cinco años de edad, y las principales causas son trastornos hematológicos, que pueden causar leucemia. Otro ejemplo de cáncer infantil pueden ser los linfomas, cánceres del sistema nervioso central y tumores de hueso. Alrededor de cuatro de cada cien mil niños podría presentar un cáncer infantil antes de los quince años.
Más de la mitad de los niños que tienen cáncer infantil son cánceres leucemia. Es una proporción muy grande, pero que puede ser tratada de manera precoz si es diagnosticada en etapas tempranas.
Si bien el cáncer en niños no se puede prevenir, los expertos apuntan a la importancia de la detención temprana para tratar a tiempo. ¿Qué señales se pueden ver como posibles síntomas y qué precauciones tomar en caso de identificarlos?
Es importante que los padres estén atentos a signos y síntomas precoces en los niños, como cuadros agudos y repetidos de infecciones, sangramientos poco habituales o que se extienden más tiempo del normal, por ejemplo, después de una caída en un diente, que el sangramiento continúe y cueste cicatrizar. También moretones que duren más de lo normal o que se extiendan fuera del lugar del golpe. Todos estos factores, comparados con otros niños y pares, pueden ser un indicador para acudir al médico.
¿Cuánta es la incidencia del componente genético y cuáles son? (por ejemplo, padres que hayan tenido o tengan cáncer, algún factor de riesgo como síndromes o enfermedades autoinmunes)
El cáncer infantil es por definición un cáncer que se da en un contexto de exposiciones epigenéticas y el niño viene, en su gran mayoría, programado genéticamente a desarrollar ese cáncer. Puede ser por condiciones de los padres, en las uniones de los gametos femeninos y masculinos o también por exposiciones de la madre in útero a ciertos componentes cancerígenos. El punto más importante, creo yo, no es buscar un culpable, es que estemos atentos ante los síndromes y síntomas precoces y busquemos efectivamente descubrir el cáncer para poder tratarlo de manera precoz y a tiempo.
¿Cuáles son los desafíos para el tratamiento del cáncer en niños de nuestro país? En términos de accesibilidad, precios, etc.
A diferencia del resto de los cánceres, el cáncer infantil en menores de 15 años está cubierto en un 100% en nuestro país, a través de un programa que se llama PINDA, que cubre la totalidad de los niños con cáncer, independiente de qué tipo de cáncer sea y en qué etapa se diagnostica. Todos los niños tienen la misma probabilidad de curarlos y tratarlos de la manera óptima para mejorar su enfermedad.
Además, en Chile tenemos una gran red de hospitales públicos capacitados para diagnosticar y atender a niños con pacientes oncológicos, principalmente el Hospital Roberto del Río, el Calvo Mackenna, el Hospital Exequiel González Cortés, el San Juan de Dios, el Hospital Sótero del Río, el San Borja, así como los grandes hospitales a nivel regional.