NELSON MONDACA I
Los que conocemos algo del juego del ajedrez, sabemos que cada pieza tiene un valor muy importante. Antes de mover un peón o un alfil, una torre o la reina, debemos hacerlo teniendo presente que no se puede regalar una jugada, menos perder una de estas valiosas piezas. En este juego se emplea la táctica y la estrategia. No basta con saber mover las piezas. La memorización es clave para definir el juego.
A mi modo de pensar, en política se aplica muy bien los métodos y reglas del ajedrez. Es más, bien se puede imaginar creativamente que el peón es igual a la ética, los caballos a la familia, el arfil a la moral, la torre a los valores humanos, la reina a la libertad y al rey a la democracia. Según el conocimiento y cultura de cada persona, se puede modificar el tablero al gusto cívico personal.
Después de esta figura alegórica, pasando directamente al plano de nuestra realidad política, las diversas alianzas del escenario nacional, dejando asuntos ideológicos a un lado, están dando a conocer a sus mejores exponentes, sean hombres y mujeres, un clima electoral protocolarizado en el Servel como las “primarias”.
Con toda seguridad, los candidatos y candidatas, según las cartas que tiene en su poder, harán todo lo mejor posible para ganar esta elección libre en su conglomerado. El currículo profesional, político, las virtudes y cualidades, serán magnificadas y repetidas hasta el mismo cansancio tal como si fueran artículos de consumo en oferta.
La tarea no será nada de fácil para llegar a las presidenciales, por dos simples razones. Primera. Es que la pandemia no va a desaparecer de un mes para otro, inclusive, con la vacuna en marcha, el virus seguirá matando personas. Sin lugar a dudas, el Covid-19 será un factor determinante. La segunda ola del coronavirus se impone con fuerza inusitada y los contagios hasta el momento van seriamente en aumento. Por supuesto, se espera que el “paso a paso” de resultados positivos y los candidatos debieran dar el ejemplo con el cumplimiento de las normas de salud.
La segunda –razón- tiene que ver con el mismo electorado. La gente está cansada de la clase política que es corrupta, de falta de principios y lealtad con el pueblo. La ciudadanía está hastiada de aquellos que aprovechan los cargos para enriquecerse. Basta de nepotismos, de los pituteros y de aquellos que salen de las cavernas de los desconocidos, que han permanecido en la oscuridad académica y que de pronto asumen funciones de altas responsabilidades públicas y políticas. Éstos son los políticos que abandonan rápidamente sus cargos para ir en busca de mayor poder. Priorizan las órdenes de partido, porque descubrieron los rayos del sol de nuevos tesoros personales.
Para remachar la idea. Son los políticos adoradores de la avaricia y una legión de camaleones se aprontan para ir al abordaje a nombre del “bien común”. Según ellos, objetivamente creen que pertenecen a las máximas inteligencias de las ciencias sociales y económicas de Chile, se consideran brillantes en los templos universitarios y tienen una elocuencia que pue3den mandar al mismo diablo al infierno. A las personas de sentido común, nos consideran tontos útiles e ignorantes pordioseros. Sonríen siempre. Son más empáticos que los ángeles terrenales, descubren las recetas contra las injusticias monumentales y simpatizan hasta las lágrimas con los pobres.
Por estas razones y otras, no creo que resulte fácil convencer a la ciudadanía de las naturales amabilidades y bondades políticas para obtener el voto en estas “primarias” que se avecinan. Repasemos los nombres de sandías caladas. En la derecha, Evelyn Mattei, Joaquín Lavín por la UDI. Mario Desbordes por RN. Ignacio Briones por Evopolis (CD). Hasta ahora, Sebastián Sichel se mantiene como independiente de la centro derecha. Por la centro izquierda ex concertación, Paula Vásquez (PS), Haroldo Muñoz (PPD), Francisco Vidal (PPD), Mónica Rincón (DC) en una interna con Alberto Undurraga. Por la izquierda, Daniel Jaude (PC). En el Frente Amplio, por definir. También, se habla de Pamela Jiles como candidata independiente de la izquierda.
Prosigamos, nadie se puede quejar, hay candidatas/os, para todos los gustos. Llegaran hasta el final en la papeleta presidencial, solamente uno por cualquiera coalición y será uno o una, quien dirigirá los destinos de la Moneda el próximo año, después de la ceremonia de traspaso de la Banda Presidencial. Ésta es la última movida del tablero de ajedrez, es decir, “jaque mate”.
Una vez desenredada la madeja, creo que sería conveniente someter a prueba nuestra opción electoral, ya que, deberíamos evitar ser engañados por cantos de sirena, no es de extrañar que puedan existir candidatos presidenciales que sufran de solipsismo (Bertrand Russel/Obras fundamentales Filosofía)). Aclarando este concepto, ésta es una “doctrina filosófica que defiende que el sujeto pensante no puede afirmar ninguna existencia salvo la suya propia”, pues, tal postura ilógica la hacen aparecer como la única gran verdad. La demagogia y los que defienden el sistema capitalista facineroso, sean de donde sean, van de la mano en este pequeño y gran mundo.
Otro aspecto a tener en cuenta en las primarias presidenciales; se verán cruzadas por las campañas de los candidatos a Constituyentes. Éstas se harán por los diferentes medios de comunicación tradicionales y no tradicionales. Todos/as los postulantes serán levantados a la categoría de seres humanos sobresalientes y dignos representantes de su sector político. Así que, mucho ojo, para no tener que lamentarnos en el día de mañana…