– Los hombres se masturban más que las mujeres, y empiezan antes que éstas también. Las investigaciones concluyeron en que hombres y mujeres se masturban por igual, con similar frecuencia, sólo que ellos mienten por más, y ellas por menos. Tampoco es cierto que ellos se inician antes, ya que se comprobó que hay más mujeres que se inician antes de los 10 años que varones. Ellas suelen iniciarse en ésta práctica autoerótica espontáneamente, sin hablar con nadie. En cambio ellos lo hacen por hablar con compañeros y leer sobre el tema.
– Se abandona la masturbación cuando se inicia una relación de pareja. Entre el 75% de los hombres, y el 75% al 89% de las mujeres continúan haciéndolo aún después de iniciar relaciones de pareja, y aunque éstas sean altamente satisfactorias. Pero se comprobó también que luego de estar en pareja, los hombres disminuyen la frecuencia de la masturbación, y continúan disminuyendo la frecuencia con el paso del tiempo. Muy por el contrario, las mujeres continúan haciéndolo con la misma frecuencia, o inclusive ésta puede ir en aumento.
– Quiénes se masturban son reticentes, solitarios, se aíslan. Falso argumento también, ya que por el autoerotismo no se perjudican las relaciones de pareja, ya que se mantienen relaciones sexuales con normalidad, y la vida social no se ve afectada.
Queda más o menos claro que la desinformación promovida alrededor de la masturbación para infundir temor moral o fisiológico parece algo más nocivo que el hecho de “auto-complacerte” sexualmente. Y en todo caso algunos estudios científicos han detectado ciertos beneficios que puede traer (sin contar que, para algunos, la masturbación es el único recurso sexual infalible contra las enfermedades venéreas):