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La idea no es echarle pelos en la sopa al anuncio de la intendenta Claudia Rojas, menos a la alegría del alcalde Mauricio Soria, pero los iquiqueños estamos hasta la tusa con el cuento de la playa artificial en Playa Brava, donde han gastado millones y millones de pesos en estudios de factibilidad, que la final quedan en nada, sí en la nada misma. La iniciativa de convertir ese sector en una playa para el baño, es más antigua que la receta del chumbeque.
Este anuncio lo hizo este miércoles la jefa regional junto a la directora de Obras Portuarias, Antonia Bordas, través de un video en las redes sociales, donde se anuncia con bombos y platillos una “playa artificial” en el sector sur de Iquique Glorioso.
“Vamos a comenzar con el diseño, vamos a preparar todo lo necesario, para poder tener por fin, nuestra primera playa artificial, Playa Brava. Es una alegría tener a Antonia acá, que nos trae un diseño del borde costero. Con una visión de futuro. Bueno para nosotros, que vamos a comenzar, que vamos a tener esta playa artificial, que esperamos, muy, muy pronto. Comenzar con los diseños y después con las obras”, dijo la intendenta Rojas.
A su vez, la la directora de Obras Portuarias, Antonia Bordas indicó que “la idea es generar un plan para la ciudad de Iquique, que esté orientado a la protección costera, por el cambio climático (…) habilitando nuevos sectores para baños tan esperados en esta ciudad, en el sector de Playa Brava”.
LARGA HISTORIA
Pero, la historia sin fin de los anuncios de convertir Playa Brava en sector de baño, se pierden en la memoria de los habitantes del puerto heroico. Las primeras señales de la iniciativa surgen en 1996. Luego el 2004 la promueve con fuerza el exalcalde Choche Soria, que trajo la idea de uno de sus viajes por el mundo.
Sin embargo, por razones que dan para hacer otra nota, Soria, no pudo seguir con el proyecto, hasta que llegó a la administración municipal de Myrta Dubost, el 2006. En esos años se tomó como base para hacer Playa Brava apta para el baño, un estudio de los academicos de la Universidad Arturo Prat, Eduardo Oliva Alcalde y Verne Angel Butrón, que pretendía igualar el sector como Cavancha.
“Con este proyecto, Iquique podrá agregar a sus atractivos turísticos, una ampliación en más de 10 kilómetros de playas aptas para la natación y la práctica de diversas actividades náuticas”, opinó en la época la presidenta de la Cámara de Turismo de Iquique, Gloria Delucchi.
PARA EL 2015
Tres años después, en mayo del año 2009, el intendente de la época Miguel Silva dijo que el 2013 estará habilitado Playa Brava con el rompeolas con una inversión de 17 mil 500 millones pesos.
Las hojas del calendario siguen cayendo, hasta el 2011 el el director de Obras Portuarias del MOP Tarapacá, Mauricio Montealegre, anuncia que el proyecto esta en etapa de “diseño” y que en los próximos tres años, ya se podría bañar los turistas e iquiqueños en Playa Brava.
“Actualmente, estamos en la etapa de diseño, de modelación y esperamos terminarla en el primer semestre del 2012, para poder iniciar las obras definitivas, el segundo semestre del 2012. Esta es una tremenda obra, por lo tanto vamos ir por etapas construyendo el rompeolas, de acuerdo a la disponibilidad presupuestaria, por lo tanto, estamos hablando de completar la obra completa en no menos de 3 años”, vaticinó Montealegre.
El Gobierno adjudicó el diseño del rompe olas a la empresa Baird & Associates S.A. en un plazo de 475 días por un monto de $505.500.000, financiamiento correspondiente al Gobierno Regional de Tarapacá.
MARZO 2013
Y llegó el informe del diseño de la empresa Baird & Associates, en marzo de 2013, donde se indica que la obra tendrán un costo de 55 mil 200 millones de pesos y demoraría 36 meses su ejecución. Los trabajos serían “construir cuatro estructuras de 250 metros de largo y 19 de altura, separadas entre sí a 190 metros, es la obra que se pretende materializar a 240 metros de la orilla en playa Brava cuyo costo total es de 55 mil 200 millones de pesos”.
El diseño originó el cuestionamiento del exalcalde Choche Soria, de partida solicitó que se demostrara la factibilidad del proyecto comparando con otra similares del mundo, además del excesivo costo de la obra.
De acuerdo al proyecto de la empresa Baird & Associates, el rompeolas demoraría 36 meses en construirse y con una vida útil de 50 años. La obra pretendía recuperar 1700 metros de costa para los bañistas en un sector que la actualidad tiene olas de hasta ocho metros de altura.
ARCHIVADO
Al final, el proyecto quedó archivado por caro, pero el 2016 la Dirección de Obras Portuarias informó que trabajaba en la prefactibilidad de un nuevo diseño de rompeolas para Playa Brava, el que consistiría en dos muelles de roca rectos, uno a cada extremo del balneario: el primero frente a la rotonda Chipana y el segundo en el sector del Mango’s Pub. Bla, bla, bla…Como diría el Zafrada, “puro hablamiento”.
Y este miércoles, la intendenta Claudia Rojas anuncia nuevamente que hay un proyecto en Playa Brava para habilitarla para el baño. Sin ser mala onda, pero esto parece el cuento del lobo. n