• La comuna aún no cuenta con energía eléctrica las 24 horas a pesar que la obra gruesa para su suministro está terminada, lo que se suma al cierre de la frontera boliviana que impide el abastecimiento de gas de los pobladores.
La necesidad de cuarentena y la decisión de los pobladores de quedarse en sus hogares sumado a la llegada de familiares de otras comunas a Colchane para impedir la cadena de contagio del coronavirus, conlleva un mayor consumo de energía. Esta mayor caga excede la capacidad que cuenta la comuna de poder proveerla.
Colchane cuenta con un generador eléctrico que alimenta durante la mañana a la posta, el municipio y el colegio.
Otro generador entrega energía desde las 18:00 a las 24:00 horas a algunas localidades de la comuna. Ambos
exigen un alto consumo de petróleo y la comunidad pide que el suministro energético comience más temprano lo que implica un mayor gasto en combustible y una aceleración del deterioro de la vida útil de los generadores.
Si bien existen diversos equipos de
energía fotovoltaica entregados por el municipio y proyectos de diversos servicios y entidades privadas están enfocados en la iluminación de bajo consumo de domicilios y calles.
Electricidad
Colchane no cuenta con suministro eléctrico de 24 horas, a pesar que el proyecto troncal está energizado hasta la localidad de Pisiga Carpa. Varios servicios públicos y hogares cuentan con su T1 (certificado emitido por la superintendencia de Electricidad y combustible que certifica que una instalación eléctrica cumple con la normativa eléctrica vigente).
Para el alcalde de Colchane
Javier García Choque, es una oportunidad para dar el suministro eléctrico a la comuna, debido a que tanto el consumo de combustible como el desgate por uso de los generadores no darán abasto ante el aumento de la demanda,
“Muchos hogares cuentan con su T1, también servicios públicos como el Complejo,
el Liceo y el Municipio, por tanto, se podría en esta situación necesaria dar el suministro a la comuna. Llamo a las autoridades a pensar en el bienestar de la gente, en el futuro. La crisis por el coronaviru
s se extenderá más allá del fin del decreto del estado de catástrofe, se nos viene un invierno más frio que el año anterior, (que alcanzó los menos 18 grados). Con la electricidad muchos podrán calefaccionar sus hogares y cosas tan simples como mantener cargados sus celulares o ver televisión son importantes cuando se vive en un estado de confinamiento extremo”.
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Alcalde de Colchane Javier García Choque[/caption]
Gas
El Cierre de la frontera boliviana amenaza con otra crisis para los pobladores de Colchane, como es el suministro de gas.
La mayoría de los hogares de la comuna compran la bombona de gas entre los 5 mil a 8 mil pesos, todos sus aparatos están adaptados para estos cilindros que son distintos a los chilenos. Desde Chile
no existe suministro de gas constante y el valor de los cilindros que incluye sus traslados excede al precio que se paga por el gas en Bolivia.
“No se trata solo de cambiar del proveedor del gas todas las válvulas, mangueras, reguladores y
dispositivos están adaptados para el gas de Bolivia y no tenemos cómo absorber esta demanda. La solución pasa por un acuerdo diplomático que debe encabezar la autoridad regional. Lamentable sería que no pueda lograrlo y que a pesar de su oposición deba ser el municipio, quien nuevamente, deba asumir la responsabilidad de satisfacer las necesidades de la comunidad”, afirmó el alcalde de Colchane.
Para los pobladores de Colchane urge que las autoridades busquen una solución, como lo
expresó,
Mariela Aravire Mamani, de Colchane, “La mayoría de la gente usa cocinas adaptadas al gas boliviano. No contamos con mucha leña para poder cocinar. Necesitamos que las autoridades nos ayuden a solucionar este problema, no sabemos cómo podemos aprovisionarnos del gas, de ser gas chileno deberíamos poder adaptarlo a nuestros equipos, ya sea gas chileno o boliviano necesitamos gas”.
El hogar de
Delfina Challapa Gómez, de Colchane, consta de 5 adultos y dos menores de 2 años además otra familia con un hijo de seis meses, dice que sólo les queda la mitad de una bombona de gas boliviano y ven con temor el futuro si las autoridades no hacen algo, “queremos que se cierre la frontera pero flexibilidad en cuanto el tema al gas, siempre ha existido un acuerdo entre los caciques de ambos lados para el intercambio comercial entre los aymaras, pero las autoridades de ambos países no son flexibles, permiten pasar gente pero no el gas.”
Sobre el uso de leña como combustible alternativo los pobladores advierten que esta se obtiene de arbustos,
los cuales no alcanzarían a satisfacer la demanda de la población y que se encuentran verdes por lo que no sirven como combustible. Agregan que gran parte de la población es de la tercera edad los que ya no están en condiciones para ir a los montes a recoger los arbustos.]]>