NELSON MONDACA I.
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Mientras escuchaba un poco de radio, una voz privilegiada de la onda radial de nuestra ciudad, mientras entrevistaba al joven candidato a gobernador por nuestra región, José Miguel Carvajal, se pegó un “speaker” político al mejor estilo del otrora comentarista Luis Hernández P. (Q.E.P.). Sin dudas todos tenemos el derecho de ejercer la libertad en expresar una opinión política. Pero hay que tener más cuidado con nuestros juicios sesgados de subjetividades para no caer en la demagogia.
Lo que ocurrió en Octubre del 2019, no puede ser simplificado a un punto de vista personal, sosteniendo que el pueblo fue engañado “por los políticos” por llevar adelante los cambios a la actual Constitución. Siendo coherente con los acontecimientos, son varias las razones que culminaron con el estallido social y la rebelión de todo un pueblo. Los analistas políticos, los investigadores académicos y también políticos de prestigio, han teorizado sobre estos sucesos excepcionales y de trascendencia importante en la vida de nuestra República. El modelo económico chileno sustentado y protegido en la actual Constitución le llega su final y comenzará un nuevo proceso de construcción del Estado.
Aquí se trata de que en el plebiscito del domingo 25 de Octubre del 2020, los chilenos y chilenas concurrimos a las urnas por dos razones: 1.- Aprobar o Rechazar una nueva Constitución. 2.- Cuál sería el órgano de su redacción: 1-. Convención Mixta Constitucional –participación de la clase política con 86 parlamentarios y otros 86 ciudadanos elegidos por votación popular- y, 2.- Convención Constitucional –150 ciudadanos elegidos directamente por elección popular-. La participación voluntaria en este plebiscito fue del 78,27% y, remeció los cimientos de nuestra democracia.
Ahora, estamos a las puertas de elecciones que son muy importantes para el futuro de Chile. Debemos recordar que en la práctica una gran inmensa mayoría de los chilenos y chilenas, vamos a elegir y votar por: 1. Gobernadores/as. 2. Alcaldes/sa 3. Concejales/as 4. Constituyentes.
Cada persona que irá a votar este próximo 10 ó 11 de Abril, lo hará de la misma manera que lo hizo el 25 de Octubre pasado. Teniendo plena conciencia que estamos votando por las autoridades más idóneas, capaces y leales con el pueblo, la clase trabajadora y el bienestar de nuestra sociedad. No hay que dejarse engañar. Los días que estamos viviendo son muy difíciles. Los economistas que sienten simpatías por la explotación del hombre por el hombre, que siempre se encuentran viviendo en palacios similares a un monarca y ven el mundo desde sus altares, nos dicen que “ya vamos a crecer y que el empleo se está recuperando en un 50%”. Nos engañan como siempre lo han hecho y ha sido su retórica endémica a favor de las oligarquías adineradas del país. No, no y no vamos salir de la crisis económica, aunque este vacunado todo Chile. Esto va para largo.
Entonces, necesitamos con mayor razón autoridades políticas que estén de verdad a nuestro lado. ¡Qué sepan lo que significa una olla común y cuándo no se tiene plata para pagar la luz o el agua y de estar horas en una fila para un trámite! Creo que seguiremos viviendo momentos extremadamente muy duros. No existen recetas mágicas. Solamente, que el fruto del trabajo sea compartido con todos los chilenos. El futuro, lo hace la gente en el día a día.
Nuestro presente, no es asumir nuevos desafíos, sino más bien construir un Chile más justo, solidario y humano. Es decir, trabajar hombro a hombro. Asumiendo, que vivimos una era completamente muy distinta, estamos en medio de transformaciones muy produndas. La producción sujeta al conocimiento e información digital, de la robótica y la cultura virtual, del mercado dominado por las redes sociales y el e-commerce con sus plataformas digitales. El proceso globalizador y sus escenarios impactan los avances científicos y que se contradicen por las apremiantes de sobrevivencia nacional, explican qué el mañana es incierto y un libro abierto.
Seguiré sosteniendo, Chile está muy atrasado y debiera pasar a la vanguardia. No puede dirigirse políticamente un país tan largo y diverso en su geografía desde Santiago. Cada decisión, por ejemplo acerca del Covid-19, proviene de las autoridades de la Moneda. Otro ejemplo, sí uno analiza el tema de Zofri, pasa lo mismo, todo depende de la tiranía del “centralismo”. Prosigamos con otra pregunta ¿Por qué faltan camas y ventiladores mecánicos en nuestro Hospital Regional, si tomamos en cuenta que importantes compañías mineras extraen una de las principales riquezas no renovables del país?
Estamos viendo cómo se agudizan los problemas de la Pandemia y las medidas de “cuarentena” a estas alturas, al parecer, son insuficientes para resolver el mayor contagio. Tampoco con más control policial y quitando derechos civiles; El “paso a paso” debiera potenciarse con sugerencias y medidas que provengan de la misma sociedad. En general, se requiere más conciencia y participación social, más transparencia, más autodisciplina, más recursos económicos para la población y otras ideas. Siempre existirán personas porfiadas y quienes están cansados de prohibiciones sociales.
Con todo respeto, aquí en estas elecciones nos seguimos jugando la vida. Nadie sobra y nadie está demás. Yo, tengo mis candidatos. Creo que harán valer, tengo fe, en este horizonte incierto el pensamiento del pueblo chileno. En medio de estos pensamientos, me pregunto ¿Quién ganará en las próximas elecciones? Lo único que quiero, es que gane el pueblo chileno y tenga felicidad…