formación profesional, para muchos ya es momento de adentrarnos en esas 8 horas por día o 32 horas semanales de trabajo.
Es lógico pensar que cuanto más tiempo le dediquemos a trabajar, másaumentaremos nuestra productividad y nuestro funcionamiento cognitivo. También se cree que atrazar el retiramiento puede ayudar a reducir el deterioro cognitivo funcional típico de la vejez, gracias a la estimulación intelectual constante que te impone la actividad laboral.
De hecho, en muchos países comenzaron a demorar la edad de jubilación al atrasar la edad a la cuál se comienza a recibir la pensión. Por esta razón, las personas continuarían trabajando hasta más tarde en la vida.
Esto se resume por la hipótesis de «úsalo o piérdelo» la cual en este caso en particular, defiende que dejar de ejercitar nuestro intelecto, ya sea por menos horas de trabajo o por retiro, nos hace más propensos a sufrir un deterioro de la actividad cognitiva más marcado.
La relación entre el retiramiento y el deterioro de la funcionalidad cognitiva fue esencialmente estudiada, sin embargo, poco se dice sobre la relación entre la cantidad de horas de trabajo y el deterioro de la actividad cognitiva.
Por esta razón, investigadores del Instituto de economía aplicada e investigación social de Melbourne realizó un estudio de 6500 australianos de 40 o más años. En el mismo, relacionaron el número de horas trabajado por cada persona con sus resultados en test de memoria, habilidades lingüísticas, concentración y velocidad para procesar información.
Asimismo utilizaron información provista por base de datos de encuestas HILDA(encuestas de dinámica laboral, familiar e ingresos).
¿Qué efecto tiene realmente el trabajo en nosotros?
A veces lo odiamos y a veces lo adoramos. Nuestra relación con el trabajo es complicada y también lo es su efecto sobre nuestro cerebro.
Por un lado, el trabajo puede
estimular la actividad del cerebro, pero al mismo tiempo, largas horas de trabajo pueden causar
cansancio y estrés, lo que puede potencialmente dañar
nuestras funciones cognitivas.
Hay varios
estudios publicados que evalúan el
efecto de la calidad del trabajo, según el tipo de trabajo y las tareas en las funciones cognitivas. La estimulación intelectual depende del trabajo en cuestión, pero también depende de la
cantidad de horas dedicadas al trabajo.
En principio, la cantidad de horas de trabajo afecta nuestro
funcionamiento cognitivo por los canales de
estrés físico y de
estrés psicológico. Varios
estudios científicos sugieren que el estrés afecta considerablemente al
funcionamiento cognitivo.
Según reportan otros estudios, el estrés afecta la
función cognitiva según la via de
catecholamines y más lentamente según la vía de
glucocorticoides. Asimismo, el estrés crónico aumenta la vulnerabilidad de enfermedades mentales.
En particular, en un
estudio realizado en 1996, se concluyó que larga
horas de trabajo tienen un efecto adverso sobre la salud mental de los trabajadores en la industria de los automóviles. Otro
estudio realizado en 2013 también encontró que
largas horas de trabajo aumenta el estrés.
Entonces, si bien el trabajo permite
estimular constantemente el intelecto, lo cuál se ha demostrado que
reduce el deterioro de la actividad cognitiva, esto se ve contrarrestado por los efectos negativos dirigidos por el
estrés físico y mental asociados con las largas horas de trabajo.
Resultados del estudio
En el estudio realizado
no se encontró una relación lineal en el efecto de las horas de trabajo en la función cognitiva. Los resultados demostraron que al trabajar
25 horas a la semana o menos, esta cantidad de horas de trabajo tienen un
impacto positivo sobre el funcionamiento cognitivo. Mientras que trabajar
más de 25 horassemanales tiene un
impacto negativo.
Los investigadores analizaron los
sexos por separado considerando los distintos niveles de estrés entre los
hombres y las
mujeres en un ambiente laboral. No obstante, en los resultados no
encontraron ninguna diferencia en cuanto a los efectos en la actividad cognitiva.
Uno de los
investigadores, Colin McKenzie, explica que «estos resultados sugieren que para
maximizar la habilidad cognitiva de las personas a lo largo de la vida se debería trabajar un horario medio».
Según la
Organización Internacional del Trabajo, el número de
trabajadores de medio tiempo aumentó considerablemente a nivel mundial en los últimos 20 años. Sin embargo, el
horario de trabajo estándar sigue siendo de entre
40 y 44horas por semana aproximadamente.
Hay algunas excepciones, por ejemplo, en algunos países como Francia son 35 horas por semana, mientras que en los campos de trabajo de Corea del Norte son 112.
Como
explica otro de los investigadores «para las
funciones cognitivas, trabajar demasiado es peor que no trabajar nada (…). Al principio, el
trabajo estimula las células del cerebro, pero el
estrés asociado con el trabajo físico y psicológico actúa en cierto momento y
afecta lo positivo del trabajo, impidiéndote trabajar correctamente».
Sin embargo, es posible que no haya que preocuparse realmente por cambiar los horarios de trabajo para las personas menores a 40 años, según el profesor McKenzie «las
funciones del cerebro en una persona jóven son diferentes. Personas más jóvenes son más resistentes a trabajar largas horas».
Necesario o no, una disminución de las horas de trabajo podría
ser muy beneficioso. Con estos resultados, los investigadores propusieron una nueva hipótesis: «
úsalo demasiado y piérdelo» que ellos creen, es más acorde a la realidad.
Batanga
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