marzo 25, 2025
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Jun

¡Venciendo la ignorancia nos movemos al futuro! | Nelson Mondaca I.

Nelson Mondaca columna
Nelson C. Mondaca Ijalba nmonijalba@gmail.com

Esta semana se instaló el organismo encargado de llevar adelante la redacción de una propuesta Constitucional para Chile. Por lo tanto, este Consejo Constituyente tiene una relevancia muy especial, ya que sus miembros fueron elegidos democráticamente.

El pueblo que fue a las urnas y que ejerció obligadamente este derecho, validaron a los candidatos del partido Republicano con la primera mayoría y con una gran representación (23) 35, 41%. Otros partidos del oficialismo fueron segundos, Unidad para Chile (16) 28,59%. La derecha tradicional obtuvieron la tercera mayoría, Chile Seguro (11) 21,07%. Por último, los Pueblos Originarios obtuvieron 1 escaño. Otros partidos obtuvieron votaciones, pero no les alcanzó para obtener Consejeros. De esta forma, el Consejo Constitucional está en manos de las Derechas: extrema y tradicional, comienza su trabajo oficial.

Las contradicciones de la vida política, que solamente se explican porque nuestro pueblo esta adormecido en la ignorancia o en el desconocimiento del conocimiento humano alcanzado en otras latitudes del mundo y no puede ver su futuro. Detengámonos por un minuto. Increíble, ganaron los Republicanos, donde su máximo líder había proclamado que, no estaban por realizar modificaciones a la Constitución pinochetista.

Además, criticaron severamente a sus pares de Chile Vamos, por firmar el “Acuerdo por la paz social y la Nueva Constitución” Pues, contra toda lógica y filosofía política, ahora les toca presidir y dirigir este proceso. Un absurdo de tal tamaño de la Cordillera de los Andes. Es que como hubiéramos perdido la razón. La soberanía del pueblo en poder de quienes no quieren más soberanía popular. Increíble pero cierto.

Tengamos presente. Los partidos políticos que se comprometieron por una nueva norma Constitucional parecen retroceder en sus ideales de un Chile más digno y próspero. A veces uno piensa que, se casaron con el modelo ultra capitalista y están muy complacidos de sus beneficios, incluso sin ningún tipo de vergüenza, llegan hasta la corrupción. Por supuesto, que en este andar existen excepciones y son personas que honran su mandato popular.

La gran interrogante nace del seno de la democracia, que se desliza si de verdad van a realizar los cambios que necesita el país para abolir sus inequidades o simplemente se trata de maquillar la Constitución de la dictadura. Es decir, llevar adelante un proceso dentro de la doctrina del “gatopardo”. “Cambiar todo para que nadie cambie” resulta ser una estrategia empleada desde los tiempos de fines del siglo XIX para que todas las cosas sigan tal como están.

Entonces, es muy sensato analizar con cierto detenimiento lo que está pasando hoy con la instalación con este Consejo Constituyente. Anticipadamente me atrevo a sostener, amigos y amigas, que cada uno puede tener sus puntos de vistas. Correctos y/o incorrectos, pero que merecen el mayor de todos los respetos. Dicho esto, me apego a la creencia, que este proceso Constituyente debió ser conducido por quienes eran, sin avivar la imaginación, por cualquiera que fuera partidario de los principios de los cambios de una nueva Carta Magna. Sin duda, las probalidades de contar con un Borrador Constitucional de acuerdo a las mayorías del pueblo, las expectativas serían mucho más certeras. No sólo queremos un Estado promotor, sino garantizador de Derechos Fundamentales.

Sabemos que la Comisión de expertos, quienes fijaron los lineamientos de la nueva Constitución, además participan, hoy sin derecho a voto del Consejo de Constituyentes, subyugando las verdaderas transformaciones del país a intereses de monopolios económicos y de la clase privilegiada. La élite política en esta pasada, como la anterior vez, no podían asumir responsabilidades de ningún tenor. En el Plebiscito del 2020, la soberanía popular rechazó la participación de los partidos políticos con un 78,28% en este proceso. Entonces, no se puede torcer la voluntad soberana del pueblo, porque en éste Plebiscito de salida 2022, con voto obligatorio, rechazó tal propuesta Constitucional.

Pero no nos enredemos. Hoy las cosas son diferentes, aquí existe “intervencionismo” y nadie dice nada. Tenemos al presidente Boric, liderando la opción por su Aprobación. De este modo, tenemos un claro contraste con la Convención anterior. Como sea, hoy tenemos un trabajo político realizado en las esferas del Congreso. Hasta donde sabemos, se dieron maña para articular acuerdos de proporciones empíricas que mantienen incólumes los pilares de la Constitución del 80.

Mi teoría, sujeta a crítica por mis oponentes, es que la Derecha encontró el camino para mantener las cosas tal como están, salvo cuestiones menores, corrigió los errores del proceso Constituyente pasado. Todo está bien ensamblado y la obra del capitalismo salvaje conlleva las desigualdades más desastrosas que hasta nuestros días sufre nuestro pueblo.

Con todo, el presidente Boric, sigue siendo un hombre de izquierda, humanista y amante de Chile. Recordemos que él fue uno de los firmantes del “Acuerdo por la Paz social” y por lo mismo, es uno de los artífices por alcanzar una nueva Constitución. Tiene el deber moral de cumplir su palabra, escribiendo otra historia para nuestro pueblo: moderna, progresista y democrática. Dejando en el pasado al Dictador y superando las barreras de la ideología imperante en el Congreso.

El presidente Boric, da por sentado que el actual Consejo Constitucional y los otros Organismos involucrados decisivamente en el proceso de redactar una nueva Carta Magna, reflejaran las máximas expectativas del sentir ciudadano. Se desprenden de sus constantes llamados a la unidad y de aprovechar esta gran (según sostiene) la última oportunidad para Chile de cerrar con éxito este proceso. Hay varios destacados Abogados que fundadamente en derecho Constitucional, no comparten esta visión discursiva del Mandatario.

En fin, la motivación política del presidente Boric, sin lugar a dudas, es alcanzar esta meta Constitucional, porque los países de la OCDE y del mundo desarrollado en el FMI, así lo han manifestado para que Chile tenga estabilidad y vuelva a los lugares de liderar el crecimiento económico en la región.

Finalmente, el presidente Boric, hoy dispone de mayor empoderamiento de su cargo, es super inteligente y aprendió que los ideologismos son una enorme traba en el destino de un Chile más digno y justo para todos. El arte de la política es negociar y avanzar en acuerdos entre posturas distintas y antagónicas; solamente se logran con grandeza humana, de quienes pueden aportar valores a nuestra sociedad y que la economía de mercado termine con el progresivo enriquecimiento desbordado de los grupos económicos, mientras siembran más pobreza y miseria. No todo en la vida es lucro, la gente y el ciudadano común, quieren vivir mejor en un país de todos y de todas. Basta de abusos.

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