El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó, este miércoles, que la tasa de desocupación en Chile se ubicó en 8,4% durante el trimestre móvil noviembre de 2023 – enero de 2024.
La cifra mostró un aumento de 0,4 puntos porcentuales en doce meses, debido a que la fuerza de trabajo (3,4%) fue mayor que la presentada por las personas ocupadas (2,9%). Víctor Martínez, director ejecutivo del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES) de la Universidad del Desarrollo (UDD), analizó los datos y se refirió a las proyecciones para el mercado laboral.
-¿Qué análisis se puede hacer de las cifras del trimestre móvil noviembre – enero?
-La lectura que podemos hacer es que efectivamente la tasa de desempleo es un indicador que ha estado desacelerándose en este año y que, si bien, es un reflejo de lo que ocurrió económicamente el 2023, que fue un mal año, aparentemente ya habría pasado lo peor para la tasa de desempleo en invierno del año pasado donde subió a 9%.
-¿Podríamos hablar de que el mercado laboral está estancado? ¿podríamos ver una mejora en el corto plazo, aunque sea marginal?
-El mercado laboral está estancado cuando hablamos de la creación de empleo, pero aparentemente ya pasó lo peor con la tasa de desempleo, la que, si bien seguirá alta, se mantendrá por niveles más bajos de lo que vimos el año pasado.
El mapa general del mercado laboral nos muestra que aún quedan cerca de 300.000 empleos por recuperar post pandemia, porque hay muchos empleos que se destruyeron y nunca se volvieron a ocupar.
Si bien se han estado creando más empleos, la cantidad de personas que entran al mercado laboral ha sido mayor y eso ha impactado terminando con estos 300.000 empleos que no se han podido recuperar. A eso se suman otros indicadores como, por ejemplo, el trabajo parcial involuntario, que son las personas que trabajan tiempo parcial, es decir, no están todo el día ni toda la semana y quieren trabajar más horas, pero no pueden. Ese indicador mostró uno de los crecimientos más grandes en este trimestre, cerca de 13% y fue el más grande del año, es decir, si bien se están creando empleos, la calidad y el tipo de empleo que se está creando estaría mostrando un mercado formal mucho más apretado y esas cifras también se complementan con lo que uno observa en otros indicadores como por ejemplo las superintendencia de pensiones que ha mostrado que el año pasado de los 12 meses, 11 hubo pérdida de empleo o pérdida de cotizantes que es una pérdida de empleo formal.
El panorama general entonces es un empleo que está presionado desde la formalidad y está de alguna manera creciendo, pero a través de la informalidad. A través de un número de horas más baja de las que las personas están dispuestas a trabajar.
-¿Cómo se ha visto la creación de empleos cuando lo comparamos por sector?
Durante el último trimestre, el sector del comercio destacó como el principal impulsor del aumento en la generación de empleos. Le siguieron las áreas de Salud y la industria manufacturera en contribución al crecimiento laboral. En contraste, los sectores que impactaron negativamente en este aspecto fueron la construcción, el sector inmobiliario y los campos profesionales y científicos. En comparación con los niveles de empleo previos a la pandemia, los sectores de la Construcción y la Agricultura han enfrentado mayores dificultades para recuperarse. Este fenómeno podría atribuirse a una combinación de condiciones económicas adversas y a cambios en los métodos de producción.