AC Inversiones repite la historia de otras estafas en Chile: La Coneja y La Familia

JOSE CANCINO El caso de la estafa de AC Inversiones que deja a chilenos mordiendo el polvo por haber participado en un método financiero, que supuestamente, entregas mejores intereses que los bancos tradicionales no es nuevo en Chile. La historia reciente, de los últimos 45 años, nos arroja varios casos, donde el escándalo ha sido mayor, pero como la memoria es frágil, todo se olvida y hoy algunos de esos  estafadores caminan libremente por la calle, incluso si revisamos  la contingencia, veremos algunos nombres que hoy son connotados políticos y empresarios. Este tipo de estafa  que se conoce como la “Pirámide” y  tiene su origen en Estados Unidos con Carlos Ponzi, inmigrante italiano que lo  implementó en 1920. “El que maneja el esquema sencillamente se echa al bolsillo la mayor parte del dinero de los ahorrantes y va pagando las supuestas ganancias con los nuevos depósitos que van entrando”, explicó hace unos años  el economista, Manuel Riesco. “El sistema opera de maravillas mientras el flujo de nuevos depósitos alcanza para pagar los retiros y ganancias de los antiguos. Cuando disminuye por cualquier motivo la pirámide se viene abajo de un viaje”. LA CONEJA A comienzos de  los años setenta los diarios entregan publicidad de “La Coneja”, y los canales emitían spot con la imagen de una conejita que bailaba y cantaba. Este personaje apareció durante mucho tiempo con la frase “viene la Coneja”, y pocos sabían de qué era, hasta que un día se informó que se trataba de un buen negocio para invertir platita. “Cualquiera que depositara allí sus dineros recibía casi de inmediato inmensas ganancias. Nadie sabía cómo lo hacía «La Coneja» para lograr retornos tan espectaculares, pero no importaba mucho porque las ganancias eran inmensas y efectivamente le llegaban a los felices depositantes, quiénes aparecían dando testimonio de ello por todos lados”, recuerda Riesco. NEGOCIO Pero cómo se ofrecía el negocio era lo llamativo de La Coneja, según el relato del publicista Hernán Bustos. “Se utilizó una publicidad de estilo erótico para…vender libros a través de un concurso que regalaba autos, viajes y yates. Previo pago de un pago inicial y de 24 cuotas posteriores se podía participar. Era un juego de azar, una lotería, pero lo definían como un plan para fomentar la cultura nacional”. En poco tiempo el sistema de “pirámide” se vino abajo y sus ejecutivos fueron a dar a la cárcel y miles de chilenos quedaron sin su platita invertida en La Coneja. LA FAMILIA En 1976 con bombos y platillos se crea la financiera La Familia, al alero de varios dirigentes del gremialismo liderados por Jaime Guzmán. La entidad ofrecía a sus pequeños inversionistas intereses del 10 por ciento. La publicidad de la Financiera que apelaba al “núcleo fundamental de la sociedad”, tuvo un éxito sin precedentes para la época. En canal 13 se emitió el programa “Fa Mi La en Familia” que conducía el Quinchero, Benjamín Mackenna, donde los participantes con la cara llena de risa invitaban a invertir en la financiera. Pero como quedó al descubierto años después, según la investigación del juez Sergio Dunlop, los dineros fueron para financiar al partido de derecha. Claro que la quiebra fue disfrazada como el no pago de un préstamo por parte de una empresa constructora “Socofe”. CÁRDENAS En esos años en Chile había comenzado el juego de la Polla Gol y uno de sus primeros suertudos fue el “maestro Cárdenas”, que ganó un millón de dólares de la época. La sonrisa de los conductores del programa de TV “Fa Mi La” lo convenció para colocar todo su dinero ganado en  financiera. A fines de 1976, Cárdenas, no tenía nada y volvía a su pobreza y a sus labores de carpintero. Se calcula que la pérdida fue de 5.500 millones de pesos de la época, donde el mandamás de la UDI, el fallecido senador Jaime Guzmán,  había retirado de la financiera cerca de 30 mil pesos. Su vinculación con la financiera lo tuvo con orden de arraigo durante la investigación del magistrado Sergio Dunlop. Al final las dueñas de casas, los empleados y los hijos de vecino no pudieron recuperar sus dineros, años después fueron condenados por la quiebra de La Familia los ejecutivos Cristián López (cinco años y un día), y el dirigente gremial Alberto Hardessen (541 días). Luis Gaete y Rodrigo Mujica fueron condenados, como encubridores, a la misma pena que Hardessen, según consigan la prensa de esos años.]]>