El «Puntarenazo» es el nombre con que la prensa de la época denominó una protesta realizada en Punta Arenas, el 26 de febrero de 1984, contra el dictador Augusto Pinochet, donde en sucara le gritaron «¡Asesino!». El hecho se convirtió en una de las primeras manifestaciones públicas en rechazar la dictadura cívico-militar.
José Villarroel era reportero gráfico del diario La Prensa Austral aquel 26 de febrero, hace 40 años, y vivió en directo el “Puntarenazo” en la Plaza Muñoz Gamero donde Pinochet encabezada una ceremonia.
El relato señala que un grupo de más de 350 personas empezó a gritar: “¡Asesino, asesino!, ¡Y va a caer, y va a caer!”, mientras adherentes al régimen cantaban a todo pulmón el himno patrio para tratar de acallar los gritos. Fue la primera protesta en la cara del dictador, cuyo rostro estaba enrojecido por la rabia.
“Apenas empezaron los gritos, me acerqué a donde estaba la protesta para hacer fotos”, señala José Villarroel, quien estaba acompañado de otro reportero gráfico del diario al que le dijo: “No despegues los ojos a Pinochet”. Sacar fotografías en ese contexto no era tarea sencilla, ya que había que sortear los palos de los efectivos policiales que intentaban aplacar la manifestación y los gritos de los protestantes quienes, al ver una cámara, pensaban que era un agente infiltrado de la Central Nacional de Inteligencia (CNI), la temida policía política de la dictadura. “Había que tener mucho cuidado porque los militares estaban deteniendo a cualquier persona”, señala José Villarroel en un relató que consiga n su edición digital de hoy La Prensa Austral de Punta Arenas.
