En ocasiones, nuestros gatos caseros pueden llegar a ‘independizarse’ muy rápido y buscar alimento más allá de los alimentos secos que les damos. Esta actitud es normal en todo michi, aunque siempre hay que ver por su ingesta balanceada de comida: ¿Qué tanto daño les hace comer baratas y otros insectos? Estas mascotas no dudarán en cazar y comerse a estos bichos en cuanto tengan la oportunidad; en ciertos casos.
La contextura y movilidad de los gatos les permiten alcanzar lugares donde el ser humano y los perros no podrían. Es por eso que es normal verlos cazando su propia comida. Por otro lado, hay gatos que solo comen su comida especial y hasta pueden presentar leve gordura: ambos extremos tienen sus desventajas.
¿Por qué mi gato come insectos?
Aunque se llegue a creer que los gatos tienen ‘siete vidas’ o una longevidad larga, no es está de más velar por su ingesta diaria de nutrientes. Como dueños y responsabilidad que tenemos debemos evitar que estas mascotas caigan en el sobrepeso y los peligros de la calle; más allá de la comida que ellos solos puedan conseguir.
Su capacidad de la audición afinada y su sentido del olfato superior los ayudará a rastrear su comida; su menú puede ser variado dependiendo de qué tan motivados estén, además de baratas, palomas, ratones e insectos voladores como abejas, mariposas, moscas y polillas.
¿Qué hacer para que mi gato deje de comer insectos?
El truco en sencillo, pues solo tendrás que aplicar algunas horas fijas de comida y siempre darle la suministrada según su peso y tamaño. En ocasiones, tendrá que dejar siempre comida en su tazón; esto es especialmente necesario para gatos con manía de cazar insectos y demás animales más pequeños que ellos.
Por otro lado, vamos a controlar sus espacios para que no salgan a la mala a hacer de las suyas fuera y dentro del hogar: mantengamos tapadas coladeras, mantén las puertas de nuestros baños cerradas y botes de deshechos tapados.
Recuerda, la ingesta de baratas y demás insectos pueden provocar que los gatos tengan daños al intestino y el estómago: pueden causarles vómitos, dolores abdominales e incluso diarrea. Esto se eleva a la enésima potencia si hablamos de bichos terrestres que viven en alcantarillas, pues llevan bacterias y virus entre sus diminutas escamas que comprometen la salud de tu gato.
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