La polémica de padre y señor mío estalló cuando el canal Mega emitió un reportaje que intentaba vincular al diputado Gonzalo Winter con el caso de la fallida compra de la Clínica Sierra Bella. Sin embargo, la propia Fiscalía desmintió categóricamente que Winter esté en calidad de testigo o imputado, dejando en evidencia que el reportaje carecía de sustento.
CHANTA
En el programa, se insinuaron conexiones entre Winter y los involucrados en el caso, pero el diputado no tardó en responder, calificando el contenido como un montaje sin pruebas. Incluso anunció acciones legales contra el canal para proteger su honra. La Fiscalía, por su parte, confirmó que Winter no ha sido citado ni está siendo investigado, lo que refuerza la idea de que el reportaje fue más sensacionalismo que periodismo.
MEDIOS
Ahora, no trato de defender a Winter (menos votar por él) ni de tomar partido político, pero lo que hizo Mega plantea serias dudas sobre la ética periodística. ¿Dónde queda el rigor en la investigación? ¿Es válido construir una narrativa sin pruebas sólidas? Este caso no solo afecta al diputado, sino que también pone en tela de juicio la credibilidad de algunos medios.
El domingo publicaré una serie de copuchas fresquitas de los políticos locales y de una autoridad que se subieron los humos a la cabeza (Ojalá no me censuren en este pasquín digital).
Atentamente,
EL Monje Pate Cuete
