Luego de 40 años de ser los privilegiados del Vaticano, el papa Bergoglio degradó al Opus Dei y el actual obispo Fernando Ocáriz no podrá seguir usando el título, ni ropaje episcopal, además y tendrá que realizar un informe anual sobre el estado de la Prelatura y sobre su labor apostólica. Los medios internacionales llaman esta decisión un golpe a la congregación fundada por José María Escrivá de Balaguer.
El papa Francisco degrada en su escrito al prelado del Opus, es decir, su cabeza. Desde el 4 de agosto no podrá ser obispo, ni podrá portar los ropajes ni el anillo episcopal. También obliga a la organización, la única que gozó del carácter de Prelatura Personal en la vida de la Iglesia, a pasar a depender de la Congregación para el Clero, que monitorizará todas sus actividades. Cada año habrá una revisión y se podrán impedir algunos de los abusos que, en muchas partes del mundo, se han denunciado contra el Opus Dei, sus políticas de segregación y su absoluto control en las casas y colegios propiedad de la Obra.
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