CEGATINNI
La selección chilena está en una situación que ni el mejor guionista de telenovelas podría haber imaginado. Con Ricardo Gareca al mando, La Roja ha tenido más altibajos que el Chavo del 8. Últimos en la tabla, con apenas 9 puntos, y aferrándose a la calculadora como si fuera un amuleto de la suerte, el panorama no pinta fácil. Pero, como buen chileno, la esperanza nunca se pierde.
El próximo partido contra Ecuador es, literalmente, una final. Gareca, conocido como «El Tigre», está más cuestionado que un árbitro en un clásico. Si no logra un milagro y saca los tres puntos, podría estar haciendo las maletas. Eso sí, el técnico argentino no pierde la fe y asegura que «mientras haya chances, hay esperanza». Aunque, seamos honestos, la paciencia de los hinchas está más delgada que un papel de arroz.
¿Y si Gareca se va? Los nombres de posibles reemplazantes ya están en el aire. Desde Gustavo Quinteros hasta Jorge Sampaoli (sí, el mismo que ya dirigió a La Roja), los rumores no paran. Incluso algunos hinchas han propuesto a su vecino que dirige el equipo amateur del barrio, porque «peor no lo puede hacer».
El partido contra Ecuador será clave. La Roja necesita ganar sí o sí para mantener viva la ilusión de llegar al repechaje. Pero ojo, que Ecuador no viene a pasear. Con Sebastián Beccacece al mando y una racha de seis partidos invictos, los ecuatorianos llegan confiados y listos para complicarle la vida a Chile.
Así que, mientras esperamos el pitazo inicial, desempolven la calculadora, crucen los dedos y prepárense para otra noche de emociones fuertes. Porque si algo nos ha enseñado La Roja, es que nunca hay que subestimarla... ni a su capacidad de hacernos sufrir. ¡Vamos, Chile! Que el Mundial aún está a un par de goles (y milagros) de distancia.
