Una frase tan vieja como la derrota es “la esperanza es lo último que se pierde”. Si nos remitimos a la palabra esperanza, en su etimología, esta proviene de espera. No es difícil de imaginar que la esperanza, la espera, tiene mucho por estos días con nuestro Deportes Iquique. Una de las similitudes está en el juego. Erick Guerrero planteaba la espera dentro del campo como la suficiencia en la marca. Distribuir al equipo de forma horizontal para la recuperación. La espera tenía su fuerza estratégica en escalonar dos líneas de cuatro lo más adelante posible. A ese equipo la espera lo desesperaba, y no funcionó en los resultados. La segunda similitud: en dos partidos de la era Riffo, el equipo espera demasiado cuando hilvana, y como resultado hemos obtenido un ataque que no sorprende y que en dos juegos no ha llegado al gol. La tercera similitud: ¿qué espera el hincha de sillón? Los de siempre están en el estadio como sea, y en los malos momentos del equipo es cuando más están. Así lo demostraron cuando estuvimos en tercera. El resto, los del sillón, esperan agazapados en sus casas para tirar mierda por redes sociales.
[quote]Erick Guerrero planteaba la espera dentro del campo como la suficiencia en la marca.[/quote]
Cuando el equipo se encuentra en el último lugar de la tabla y quedando más de dos tercios de campeonato, no queda otra que esperar que el trabajo de Riffo y los jugadores vaya en franca mejoría. El equipo no juega mal, no ha sido superado futbolísticamente en estas seis fechas, pero sigue con problemas frente al arco, sin producir volumen en ataque. Ayer frente a San Luis, los que tenían que producir juego por las bandas, aparecieron en plenitud sólo los últimos 20 minutos. Ahora cabe esperar dos semanas para el próximo juego contra la U de Conce en Cavancha. Ese encuentro marcará qué debemos seguir esperando.
