Al empezar a ver “Fatale”, en Netflix, no puede evitarse la sensación de estar ante una historia que hemos visto ya mil veces, es decir, la del hombre casado que se tira una canita al aire fuera de su matrimonio y empieza a ser acosado de forma cada vez más alarmante por esta amante. Además, se llega a comparar con “Atracción Fatal” (1987) que hemos visto chorrocientas veces en el cable.
“Fatale” maneja una carta de lujo adicional: la presencia de la ganadora del Oscar por partida doble Hilary Swank, quien asume justamente la figura de la amante vengativa (y además agente de policía) para inmiscuirse en un relato que, por otro lado, está estelarizado por personajes afroamericanos, como es el caso de Darrick, el esposo infiel que trabaja como ejecutivo de una compañía deportiva y que es encarnado por Michael Ealy.
“Más allá de ser buena o mala, “Fatale” utiliza la fórmula exacta del suspenso (que nunca agota) para mantener los ojos abiertos y a la expectativa de un público que no espera ver a la actriz de la icónica boxeadora Maggie Fitzgerald ahora convertida en una mujer fatal, que es, además, una perversa detective”, escribió Diana Gonzales en El Comercio de Perú.
Recomendación de El Sol de Iquique. Hay que verla y no es la versión 2,0 de “Atracción fatal”, es muy diferente. Eso.
