@plumaiquiqueña
Es Domingo y está amaneciendo en mi bello barrio el Morro. El sol comienza a asomarse tibiamente por el inexpugnable horizonte, para llenar de alegría los sueños de el Leito, Siboney, Poly, Javi, Lipa, Dani, Sole, la Cape, Ale, Lotito, Paulina, el Checho y la Anita.
Los primeros rayos de sol, espantan a las pesadillas con Gargamel, Mumm-Ra, Skeletor, el lobo, la bruja y la llorona. Estas huyen despavoridas al clóset misterioso, por miedo a ser atacadas por una espada o un hechizo de las hadas. Minutos después, el cielo azulino se asoma para escribir juegos, canciones y rondas. Los animales comienzan a despertar, las gaviotas a volar y las hormigas a trabajar en la palmerita del reino sin igual. Una suave caricia de la bruma salina toca la tierra mojada, las olas llegan como bellas invitadas a la casa de las rocas y los pejesapos danzan felices en las pozas saladas. Los perros ladran al viento, muerden la espuma de mar y persiguen a las gaviotas para poder saltar.
Bebo mi leche rápidamente y pido permiso a mi mamita para ir a jugar. Me esperan mis amigos para planear que jugaremos hoy. La Sibo es la primera en decir, que juguemos a la “escondida», excelente idea; correr para que no te pillen y griten por mí. ¡Oh! Dios me pillaron tres veces y me tocó contar en el muro varias más. ¡Uf! juguemos a otra cosa. El Leito dice; a las “Naciones», maldita pelota, me tocaste en el primer lanzamiento y mi equipo enojado gritó, «pucha siempre te atrapan». Mejor juguemos al “Luche” les propongo, ¡ah no!, exclamaron los varones, ese juego es solo para niñas. La Sole dice ¡ya niños después jugamos todos al “cordel”; manzanita del Perú / cuántos años tienes tú/ todavía no lo sé, pero pronto lo sabré.
La Poly dice, oye y si seguimos con la «Chascona» y el Toñito por último exclama con que terminemos todos en el bollo. Mamá me advierte que debo reposar y hacer mis tareas, aprovecho de pegar las láminas del álbum E.T con pegamento Cayman, ver al profesor Rossa, Guru Guru y al Correcaminos.
¿Mamá puedo salir a jugar con mis amigos?, sí hija, respondió. Nuevamente en la piedra; centro de operaciones de la infancia; planificábamos fabricar por nuestras propias manos el «teléfono con yogurt», nos creíamos la muerte siendo los «Supersónicos» del barrio. Vamos a buscar a Myla y sus hermanos, señala la Javi y jugamos en patota a la ronda. Ella baja feliz por las escalas y atrás vienen siguiendo sus pasos, el Queno y el Pelelo.Todos en círculo, ella vocifera «Ha llegado carta», «para quién”, para la niñita que tenga zapatillas rojas. Terminamos el juego y la chica de pelo largo nos dice, “Juguemos en el bosque”, la Lotito cambia su carita, le tiene pánico al juego. Bueno niños que les parece si jugamos a “Don juan el Campesino”, «corre corre la huaraca”, la «Ronda de San Miguel”, la «Niña María» y el «Alelío león».
Mis papás regresaban del terminal con la mercadería de la quincena, nos llamaron a mi hermano y a mí para darnos un tarro de manjar. Comerlo solito a escondida era como viajar por el tiempo como en «Calabozos y Dragones». Sin embargo, rumores de un nuevo juego llamado «Atari» causaba revolución entre los niños y niñas del block. «Space invaders» y «Pac man», se ven por TV como la lunita de Telenorte. Yo prefiero terminar mi tarea y jugar al elástico, a la payaya, cantar el «sal de ahí chivita chivita» en los roqueríos bajo el sonido orquestado del mar y el viento de la costa iquiqueña.
¡Feliz día a todos los niños y niñas! y a los que poseemos ese constante espíritu alegre y soñador.
