Con una trayectoria que abarca diversas áreas de la fotografía, Marianne Fuentelalba ha consolidado su carrera como una fotógrafa versátil y reconocida en Tarapacá. Su capacidad para capturar la esencia de cada rostro y paisaje la han llevado a destacarse en el ámbito documental, el retrato, la fotografía publicitaria, y en diversos proyectos artísticos.
Su carrera comenzó casi por casualidad cuando fue invitada a colaborar con la Revista Santiago Magazine. «Empecé a hacer muchas fotos para artículos sobre extranjeros que vivían en Chile, paisajes interesantes, pero de un Santiago más underground. Ahí nació mi interés por la fotografía», recuerda Marianne sobre sus primeros pasos. Aunque no completó la carrera de Arte y Gestión Cultural, un curso de fotografía impartido durante su formación, le permitieron adquirir las herramientas iniciales que la impulsaron definitivamente en este oficio, cuya técnica ha perfeccionado de manera autodidacta de forma permanente y a través de un diplomado en edición fotográfica.
Un momento decisivo en su trayectoria fue su vínculo con Iquique, ciudad donde decidió radicarse por una razón poderosa: «Mi hermano se fue muy joven a estudiar a Iquique e hizo carrera allá. En una oportunidad llegaron a mis manos los expedientes de las chicas de Alto Hospicio y quise hacer un documental». El impacto de estas historias la motivó a destinar sus ahorros e invitar a una amiga de Santiago, con equipos y experiencia en cine, para embarcarse en el proyecto. «Me vine a vivir a Iquique por esa razón», enfatiza Marianne, mostrando su compromiso con realidades complejas, que en el caso de este proyecto requirió mucho trabajo e investigación.
Desde entonces, Marianne se ha involucrado en numerosos proyectos que han consolidado su presencia en la escena cultural de la región, como la codirección del documental «Quele Quele» sobre el baile de los Pieles Rojas de Pablo Icaza, y sus registros fotográficos de los bailes religiosos y de la Fosa de Pisagua, ambos ligados a investigaciones Fondecyt.
Un proyecto que disfrutó especialmente fue “Iquique en estado de shop” (Fondart 2019), un retrato de los bares más antiguos y emblemáticos de la ciudad. «Fue un éxito y un aporte importante al patrimonio de Tarapacá, ya que muchos de esos bares ya no existen», señaló Marianne. También destacó su trabajo en «Caravana de Jorge Peña en tierra tarapaqueña», financiado por el mismo fondo y su colaboración con El Sol de Iquique.
Marianne ha extendido su influencia más allá de Chile, participando en el Festival de la Luz en Buenos Aires y exponiendo en el Festival de Fotografía Fotofest en La Paz, Bolivia. Sus fotografías además han sido parte de emblemáticos medios como The Guardian.
Actualmente, aunque radicada en Santiago y dedicada a la fotografía de moda, su conexión con Iquique sigue viva, ya que siempre está el su deseo de retomar algunos proyectos, como la reedición de su fotolibro «Iquique en estado de shop». Entre sus nuevos desafíos destacan un fotolibro sobre mujeres chilotas y otro sobre el bosque nativo de Chiloé, que reflejan su creciente interés por la cultura y la naturaleza del sur de Chile, el cual habita durante los veranos.
Su trabajo ha sido exhibido en el Museo de Arte Moderno de Chiloé, y entre sus proyectos recientes se encuentra el Fondart Regional “Por La Huella Del Cóndor” (2023), que nuevamente destaca su compromiso con la fotografía documental y patrimonial.
Con una carrera forjada a pulso, Marianne Fuentelalba sigue sorprendiendo con su sensibilidad artística, su capacidad para narrar historias a través de imágenes, y su profunda conexión con los paisajes y personas que retrata.
