Allende en Iquique, en 1971.[/caption] RICARDO KLAPP Salvador Allende –quien fuera dirigente estudiantil, preso político, dirigente de los médicos, presidente de la Organización Latinoamericana de Solidaridad, ministro de Estado, diputado, senador, presidente del Senado y Presidente de la República– nació el 26 de junio de 1908. Nacionalizó el cobre y las riquezas básicas estratégicas, construyó viviendas dignas para las familias trabajadoras, dio acceso a la cultura y a los libros, entregó educación y salud gratuita y de calidad para todos; y profundizó la reforma agraria. En la práctica, el primer surco de la reforma agraria en Chile comenzó el día del cumpleaños de Salvador Allende, el 26 de junio de 1962, en el fundo “Los Silos” de Pirque, de propiedad del obispado. Monseñor Manuel Larraín, obispo católico de la diócesis de Talca, entregó 180 hectáreas a los campesinos pircanos que habían sido trabajadores de la misma localidad. En el prefacio del libro de Nathaniel Davis, Los últimos dos años de Salvador Allende, publicado en 1985, el ex embajador norteamericano en Santiago escribió algo que parece una verdadera profecía: “El fantasma de Salvador Allende no descansará”. Luchó durante toda su vida por construir una sólida corriente ideológica, popular y unitaria de la izquierda, con sentido orgánico, valórico, autónomo, latinoamericanista y humanista. El 49,1% de los encuestados en Chile manifestó su creencia de que el Presidente Allende no se suicidó en La Moneda, sino que habría sido muerto allí, mientras que el 50,9% de aquellos manifestaron creer que Allende sí se disparó. El 11 de septiembre de 1973, el Presidente Salvador Allende defendió el honor de su investidura y las esperanzas colectivas del pueblo ante el cuartelazo de los conspiradores; su respuesta fue combatir y su decisión voluntaria y –conscientemente asumida– de morir antes que entregar el poder a los golpistas. Como un luchador social valiente e íntegro, que enfrentado a una situación límite, muere y cumple su palabra empeñada al pueblo, antes que perder su dignidad de hombre y Presidente. Luchó durante toda su vida por construir una sólida corriente ideológica, popular y unitaria de la izquierda, con sentido orgánico, valórico, autónomo, latinoamericanista y humanista. Comenzó el gobierno popular indultando a 43 presos políticos. Salvador Allende ganó la elección, pese a que en 1970 la encuestadora norteamericana Gallup afirmó que Alessandri obtendría un 41,5%, Tomic un 29,0% y Allende sólo un 28,0%; los resultados fueron un 36,3% para Allende, 34,9% para Alessandri y 27,8% para Tomic. Nunca más Gallup fue creíble como empresa encuestadora, y el gobierno de los trabajadores duró 1041 días, hasta el golpe de Estado cívico militar. Fuente: El Mostrador ]]>