JCN
Muchas veces escuché hablar de Los New Demons y su vocalista Eduardo Espejo, de la marca que dejó en aquellos jóvenes iquiqueños de los 60. En las agitadas noches en el “Democrático”, con Carlitos Segura que también ya no está con nosotros, conversábamos de música de la Nueva Ola, y siempre llegábamos al tema de Los New Demons, mezclados entre otros grupos de aquellos años.
Otra noche (meses después) esta vez amenizada por un buen tinto y la música de “Irancundomanía”, con la batería de “Coteto”, tuve el honor de conocer a Eduardo “Lalo” Espejo, que con su familia disfrutaba del recital de los cultores iquiqueños de la música del grupo uruguayo.
Lalo, recibía el saludo del público con alegría y sencillez. Me acerco, lo saludo y nos tómanos unas fotos para el recuerdo (esas imágenes que cuando más las necesito, no las encuentro). En un breve intercambio de palabras con Lalo Espejo, cruzamos ideas de la música de esos años y él se sentía parte de una época, y cómo no hacerlo, si después revisando revistas de la época, hurgueteando en Internet hay bastante información sobre Los New Demons.
La página web Música Popular Cl, le rinde honor con una nota nostálgica donde cuenta la historia de sus integrantes, surgidos en liceos con números de aquellos años. Hace unos años el sociólogo Bernardo Guerrero lanzó un video con la historia del grupo musical, que hoy se convierte en una joya histórica. Sus dos únicos éxitos, son un tesoro para la historia del pop nacional, “No llores por amor” y “Todo pasó”.
Don Lalo Espejo fue un gusto y un honor haber estrechado su mano.
Nota de la R. Este artículo fue escrito, días después del fallecimiento de Lalo Espejo, ocurrido el 2 de julio del 2014.