marzo 25, 2025
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Dic

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¡Adiós año 2024 – Bienvenido 2025! |Nelson Mondaca I.

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Nelson C. Mondaca Ijalba nmonijalba@gmail.com

Con vuestro permiso, esta columna es para ti, mi tierna amada Lynda.  Termina el año 2024. El tiempo nos da la vida, el amor y el paso a la eternidad.  Cada persona pide sacar sus propias cuentas, realizando un viaje a costo cero, los días que fueron sol y luna, el sello de nuestro trabajo y esquiva felicidad.  

Unos días fueron maravillosos, muy plenos de paz; más tuvimos otros, que nos dieron un mazazo de agobio y sufrimiento.   En el calendario,  mi tierna amada Lynda,  nuestros corazones pudieron palpitar cada una de esas emociones como un oleaje incesante,  marcando el paso inexorable del tiempo ido.  En ese ropero artesanal de alerce refinado, color rojo oscuro, están los recuerdos de amor sin fronteras, el sofá caoba con lujuria de lecho conyugal,  horas eróticas sin el control del reloj,  de inocencias y rebeldías disparadas sin miramiento alguno, a diestra y siniestra.     Cada uno, puede levantar su propio mástil de triunfo,  hacer flamear las banderas de sus logros y fracasos, de risas y llantos, de tragarse las angustias y hacer florecer el placer de la felicidad.

Amada mía, Lynda, como ya lo sabes, no soy escritor.  Carezco de la inspiración para expresar mis sentimientos en un solo traje a la medida del verso y la prosa. En vista de mí limitación, compartiré la letra de la canción “Vuela alto”, interpretada por Julio Iglesias.  Son palabras mayores, con la venia de ustedes.  Viene como, anillo al dedo.

“Llegar a la meta cuesta y cuesta tanto llegar, y cuando ya estás en ella, mantenerte cuesta más.   Procura no descuidarte, ni mirar hacia detrás,  por todo lo conseguido te lo vuelven a quitar.

Aquí no regalan nada, todo tiene un alto precio.  Peldaño que va subiendo, peldaño que hay que pagar.  Aquí hay que bailarlo todo, sin perder jamás el paso;  te suelen soltar la mano, si ven si hacia abajo vas.  

Vuela amigo, vuela alto.   No seas gaviota en el mar.  Vuela amigo, vuela alto, no seas gaviota en el mar.  La gente tira a matar, cuando volamos muy bajo. La gente tira a matar cuando volamos muy bajo. 

Amigo, aprovecha el viento, mientras sople a tu favor, que el aire te lleve lejos,

cuanto más lejos mejor,  que aquí el que se queda en tierra lleva la parte peor, se van cerrando las puertas te van negando el adiós. 

Aquí no regalan nada, todo tiene un alto precio…”

Retomando la senda del Quijote oriundo de la pampa salitrera, mi amada Lynda, por fin abro la maleta de cuero envejecido. Agendas, entrevistas, reuniones, capacitaciones y diplomas,  algunos libros, discos de vinilo de la música de los 80,  camisa de trabajo y pantalones de salida que, perdieron el planchado; equipaje que me salvaron de la rutina pobre y esclava de mil bestias humanas y políticas.  Fueron horas pesadas y de una carga imposible de ignorar.  Buscar la luz y la libertad.  Entender la vida y vivirla. La solidaridad nace del alma,  siempre va dentro del corazón de una persona.     

Mi amada Lynda, he sido crítico con el sistema político neoliberal capitalista, hoy en las nubes.  Soy un sobreviviente del 73.  Vamos quedando menos, muy pocos de esa época. Somos aves de paso.  Nada de rendirse ante la adversidad. 

Luchar hasta el último aliento con los mejores dones del ser humano.   La inteligencia, la entereza, la honradez y la humildad.  Virtudes que no caen milagrosamente del cielo.  Hay que cultivarlas y alimentarlas con el sudor de la frente.  Admiro, a quienes, mostrando sus mejores capacidades, valentía y heroísmo,  entregaron sus vidas contra las injusticias y la explotación de los asalariados.   Son líderes que viven siempre en el altar del universo.

Mi amada Lynda, el año 2024, con sus días y noches,  almáciga contrastes veraces. Nos muestra una sociedad cambiada, muy diferente a la del siglo pasado.

Por esta semana no hablaré de temas políticos partidarios.   Hablando con mi silencio, pregunto  ¿Cómo lo ha hecho el Gobierno?  Chile, tiene que pensar y sentir.   Nada de ser complacientes y aduladores.  Nuestras principales riquezas y de América Latina, nos pueden aproximar a la plataforma del sueño de los países Desarrollados.

En este punto me niego irme de esta vida con las manos vacías.  Puedo hacer una lista de cosas que siento y faltan a nuestra región de Tarapacá, pues convertirla en la joya más preciada de bienestar y prosperidad en lo que queda del presente siglo XXI. 

Que resplandezcan empleos dignos y jornadas laborales decentes.  Recursos económicos invertidos en crecimiento productivo, floreciendo la inmensidad del desierto y del colosal mar de nuestras costas.  Fijarse tareas ennoblecedoras y desafíos inspiradores, poniendo atajo a los flagelos de la droga, a la miseria de la inmigración y a los graves problemas de la delincuencia violenta.  ¿Este 2025 llegará para cumplir estas metas?  El progreso nos espera, mi amada Lynda, salgamos a trabajar por él.

No es muy exorbitante lo que se pide. Nada está prohibido.  No desperdiciemos nuestra carrera de la vida.   Estamos a las puertas de la mitad de siglo.   Total, los que son mediocres se sienten felices con su efímero éxito publicitario.  Al mismo pestañeo, escriben su inexorable epitafio del viejo testamento “polvo eres, polvo te convertirás”.   Tontitos, se creen demasiados listos.  En verdad, las ideas principales son parte importante de nuestro pueblo, éstas, tarde y/o temprano se hacen realidad.

Estoy convencido que este año 2024 pasará a la historia negra del mundo.  El exterminio del pueblo de Palestina en Gaza, el más horroroso crimen masivo de los últimos tiempos cometido por Netanyahu. ¡Qué terrible! Sumemos la guerra de Ucrania, Otan y EE.UU., contra el estado de Rusia, mantiene latente una Tercera Guerra mundial. 

Mi amada Lynda, desde el Balneario Cavancha, veo que todo va mal para nuestro maltratado planeta.  Sacudido por desastres naturales, incendios de cientos de bosques y otras notables calamidades.   Dame la mano, hermano…  A pesar del dolor, por sobre todo tipo de guerras, Feliz Año Nuevo.  Chilenos y Chilenas, un fuerte abrazo. ¡Bienvenido, año nuevo, 2025!  Cuídense mucho…

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