diciembre 6, 2023
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Dic

¡Apuntes de Navidad! | Columna Nelson Mondaca I.

NELSON MONDACA I.


Las ideas van y vienen en esta Navidad.  Los chilenos/as en el país viven a fondo esta festividad.  Una celebración cristiana, que nos recuerda el nacimiento del niño  Jesús.  El comercio del país a todo nivel se toma las calles.  Los malls y el retail son inundados por un mar de gente, sacando cuentas alegres.  De verdad resulta que el espíritu cristiano pasa segundo plano.

De tal modo  que el pueblo chileno en estas festividades no se queda para nada atrás.   Por mal que esté nuestra economía, no falta como lo hacemos para realzar la presente Navidad.   Tampoco, se trata que estemos tirando la “casa por la ventana” pero,  un regalito, por humilde que se sea,  siempre estará presente en nuestros seres más cercanos y queridos.

Los chilenos  que son dueños de las grandes fortunas de nuestro país; ellos están en otro mundo.    Los ricos en general como parte de esta elite conviven estas fiestas navidades de una manera súper extraordinaria.  .Sensatamente, en otra dimensión muy diferente están nuestros vecinos que viven en la pobreza.   Un destino humano de miseria, de hambre, de graves hacinamientos.    Por supuesto que la terrible pandemia del Covid-19 los ha golpeado con la mayor fuerza de las injusticias humanas.   En Chile tenemos una pobreza que supera los niveles históricos.

Una feliz Navidad muchas veces pasa por alto en los sectores marginados y de extrema pobreza.  Especialmente para niños y jóvenes.    Aquí no hay cena, ni regalos y menos compartir  momentos con el “viejo pascuero”.   Por muchas razones,   llegar a estos sectores, resulta complicado y difícil.      El mercado no resuelve estas acuciantes necesidades sociales     Por supuesto,  nuestra sociedad debería asumir estas responsabilidades con acciones concretas.

A estas alturas de mi vida, a pesar del paso de los años y de transitar por experiencias de clase alta y baja,  claro que más baja,  nunca se olvidan.    Por lo menos en mi caso, y permanecen en el baúl de la vida de cada ser humano.   En el lenguaje actual, sería que se almacenan en el “pendrive” o en la memoria USB de cada uno de nosotros.

Por lo que procedo a abrir un archivo de este pendrive.  Se despliegan en este archivo, mis mejores amigos de aquella infancia escolar de a mediados del siglo XX: Gianonni, Gianmarino, Malagarriga, Cifuentes, Manríquez, Núñez, Tordoya,  Morales, Araya, Tapia,  Fuentes,  Trabuco, etc.  Nunca me faltó un presente navideño e invitación a un almuerzo o a jugar con sus regalos.   A veces, en pleno centro de la ciudad, me encuentro con alguno de ellos.  Son momentos muy emocionantes y especiales.

Ahora,  vivimos en el primer cuarto del siglo XXI   Estamos en la nueva era de la revolución tecnológica.   Los niños crecen con los celulares,  los tablet, el internet y la robótica.   Otra vida y otro mundo.   Sin embargo, siguen siendo niños y son felices con cualquier dulce y regalito.   Como decía mi querido abuelo pampino, Julio (Q.E.P.D.), “un engañito” no cuesta nada.   A veces los niños nos están pidiendo solamente que les prestemos más atención.   Que los padres y abuelos, les dediquemos más tiempo. Ellos/as no lo dicen con palabras, pero su lenguaje se traduce, en pequeños gestos, movimientos corporales y expresiones en sus caritas,  Seamos empáticos en su crecimiento y también nos sentiremos felices.

En esta Navidad, mi mayor dificultad la veo en la juventud.  Existe otra cultura juvenil difícil de entender.  No, no es  cuestión de una sola solución; más bien es un  conjunto de medidas, que van de lo simple a lo más complejo.   Voy a poner un ejemplo real.   El otro día me entregaron una tarjeta de navidad hecha por las mismas manos del adolescente, diciendo con muy buena letra imprenta: “Hola viejito pascuero, me porte del asco este año, pero con la poca dignidad que me queda quiero pedir plata…P.D.: bonita navidad”

Por lo menos me hizo pensar.  En mi conciencia, saltó la siguiente pregunta ¿En qué puedo ayudar para que el próximo año sea mejor y no otro” asco”? Creo que seguiré intentando de ponerme en contacto con este joven.  Hasta ahora no lo he logrado.

Bien,  como decía antes del ejemplo anterior,  la juventud está viviendo un cambio de época, donde la cultura atraviesa por cambios muy profundos  en su dinámica moral, educativa, social y de valores.     Además, aguijoneada por el incremento del perverso consumo de drogas blandas y duras, del mayor alcoholismo.  Hacen que el abordaje hacia nuestra preciada juventud  sea más complejo.  Entendiendo que vivimos en una sociedad que todo lo consagra al dinero, al individualismo y del éxito en el corto plazo.

Necesitamos que la juventud aumente su grado emocional-cognitivo con la música, el deporte, el arte, el teatro y los espacios cibernéticos sean por cultivar su grados de inteligencia,  creadores del aumento de la productividad y  comprometidos con el bien común de nuestra alicaída sociedad.

Desear una Feliz  Navidad, bajo un barco que está bregando en el naufragio, entonces, parecen palabras de buena crianza y no pasa de ser un slogan más.  De todos modos, nuestros desafíos como ciudadanos son enormes y hay que seguir trabajando por construir un Chile mejor para nuestros nietos y descendencia.

De corazón les deseo a todos los lectores de El Sol Iquique, una Feliz Navidad y un

Año Nuevo de mejor bienestar para ustedes y  familiares. Otro punto.  A veces, estas fechas se ven opacadas, aún más, por la pérdida de un ser amado…Amigos/as, que pasan por este amargo trance,  tengan mucho valor para superar estos difíciles momentos de duelo…Estamos contigo amigo, Mario…tus lagrimas son las mías, tú dolor nuestro dolor y tu tristeza,  nuestra tristeza…

 

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