En abril de 2015, Custodio Sepúlveda, un vigilante privado de Zofri S.A., dejó huella en la Gran Maratón de Santiago al participar en la exigente categoría de 42 kilómetros. Trabajador de la empresa por más de 25 años, Custodio contó con el respaldo de la administración de Zofri, que lo apoyó con pasajes, inscripciones, y equipamiento, incluyendo zapatillas, vitaminas y jugos isotónicos.
Motivado por su hija Yaritza, quien utiliza silla de ruedas, Custodio convirtió cada kilómetro en un homenaje a ella: «Mientras corro, su inocente carita incrementa mis fuerzas para seguir avanzando», dijo antes de enfrentar el desafío.
La preparación de Sepúlveda incluyó entrenamiento en el Parque Empresarial Zofri en Alto Hospicio, adaptándose a condiciones similares a las de la competencia en Santiago. Durante la carrera, Custodio pasó por icónicos lugares como el Estadio Nacional y la Alameda, portando con orgullo los colores de Zofri.
Hace diez años, este “Running Iquiqueño” se convirtió en símbolo de esfuerzo, perseverancia y amor familiar. Hoy su historia sigue siendo un ejemplo para quienes enfrentan grandes desafíos.