Miles de personas se manifestaron ayer lunes en diferentes ciudades de Argentina para expresar su conmoción y reclamar que se esclarezca la muerte del fiscal Alberto Nisman, encargado de la causa del atentando contra la mutual judía AMIA que dejó 85 víctimas mortales en 1994.
Las manifestaciones fueron convocadas espontáneamente a través de las redes sociales y se reprodujeron en ciudades como Mar del Plata (costa bonaerense), Mendoza (oeste), Córdoba (centro), Santa Fe (dentro), La Rioja (noreste) y San Luis (oeste), pero la más multitudinaria tuvo lugar en Buenos Aires.
En la capital, miles de personas tomaron las principales avenidas de la ciudad y se concentraron en la emblemática Plaza de Mayo, con pancartas y carteles con consignas como «Yo soy Nisman», «Justicia por Nisman» o «Todos somos Nisman», así como frente a la residencia presidencial de Olivos, en las afueras de la ciudad.
Junto a los cacerolazos, las bocinas y los aplausos, los porteños gritaron consignas contra el Gobierno y la presidenta argentina, Cristina Fernández, que la semana pasada fue denunciada por Nisman por la firma de un acuerdo con Irán que supuestamente implicaba encubrir a algunos de los principales acusados del atentado contra la mutual judía.
En la Plaza de Mayo se dejaron escuchar eslóganes como «que se vayan todos, que no quede ni uno solo», «se va a acabar, se va a acabar la dictadura de los K» y hasta gritos de «asesina» dirigidos a la mandataria argentina.
El cadáver de Nisman fue encontrado en su casa, en el exclusivo barrio de Puerto Madero.
Según los primeros exámenes forenses, murió a consecuencia de un balazo en la sien disparado por su propia mano con la pistola calibre 22 que los investigadores hallaron junto su cuerpo.
Nisman, de 51 años y que estaba al frente de la Unidad Fiscal Especial de Investigación del Atentado a la AMIA desde 2004, había asegurado que tenía pruebas que demostraban que Irán y la organización Hizbulá estuvieron detrás de la planificación y ejecución de ese ataque.
El fiscal denunció la pasada semana a Fernández y a varios de sus colaboradores por la firma de un acuerdo con Irán que supuestamente implicaba encubrir a algunos de los principales acusados del atentado contra la institución judía.
De acuerdo con la versión oficial, en el apartamento había documentos relativos a esa denuncia, por la cual tenía previsto comparecer hoy en el Congreso.
Estos dijo al canal argentino TN Alberto Nisman el miércoles pasado, donde acusa a la presidenta Fernández de ser parte de una operación para no seguir con la investigación sobre el atentado al Hospital Judío de la AMIA, hecho ocurrido en julio de 1994.
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Fuente Internet.