En la sentencia del ministro en visita Álvaro Mesa es detalla la declaración de Harry Cohen, quien en noviembre de 1973 tenía 25 años, cuando fue detenido Panguipulli por una supuesta vinculación con grupo ligados a la Unidad Popular.
Cohen no solo no participaba de grupos ligados a alguna resistencia a la dictadura recién impuesta, sino que ni siquiera tenía afinidad política con sectores de izquierda. Sin embargo, la inteligencia militar actuó y fuerzas represoras detuvieron al estudiante.
En la sentencia se relata lo que vivió Cohen: «Transcurrido unos 2 días desde el arresto, vio llegar a la explanada los helicópteros que venían de regreso de alguna misión desde la cordillera, dice esto porque los veía en el vuelo a través de su ventana de la celda. En esa ocasión siente que la puerta de la celda es abierta con violencia, estando él sentado al borde de la litera, vio aparecer bajo el umbral de la puerta un enorme militar, fuertemente armado y de camuflaje, con casco, cara pintada, quien lo miró fijamente, y le dice: » Baja la mirada concha de tu madre» entre otros garabatos y ofensas, no reaccionando ante su violenta actitud y avanzó a él, echando mano a un corvo le dijo: «Te cortaré el cuello», Retirándose de la celda. Agrega el relato que conversó con el Sargento Barra, quien le dijo que ese personaje era Cristian Labbé, le contó que el Ejército estaba orgulloso de contar con este militar, dado que era hijo también de un connotado militar. Luego de la visita de este militar de apellido Labbé, su alimentación adquirió características miserables, carne cocida con huevos de moscas, a pesar de ello debió servirse ese alimento».
«En careo con Cristian Labbé Galilea, lo reconoce y expresa que lo conoce desde el mes de noviembre de 1973 en circunstancias que se encontraba detenido en una escuela de la ciudad de Panguipulli en unas dependencias de madera, cuando sintió que alguien le decía “comunista de mierda” razón por la cual alzó la mirada encontrándose con la imagen de este señor que vestía uniforme militar».
«Baja la mirada…»
«Al verlo, Labbé le dice “baja la mirada concha de tu madre” ante lo cual el declarante no le hizo caso inmediatamente por lo cual aquel se alteró y saco su corvo dirigiéndose hacia él, razón por la que instintivamente bajó la vista y cerró los ojos esperando lo peor. Atestigua que se trataba de una escuela porque veía desde su celda una cancha donde arribaban los helicópteros».
Mientras sucedió esto se encontraba solo en la celda, pues la persona que antes estaba con él, había sido sacado para alguna interrogación. Expresa que aunque Labbé no le puso el corvo sobre el cuello, sí dijo que se lo cortaría por eso asumió que lo mataría. Esa esa época el declarante tenía 25 años y recuerda que Labbé además de estar vestido tenía su rostro pintado y un casco con camuflaje».
«Y eres judío concha de tu madre…»
«Respecto a cómo pudo identificar a su agresor, expresa que se lo manifestó́ el sargento Barra, uno de sus carceleros quien además le dijo que se trataba del hijo de un distinguido militar que enorgullecía la rama militar. Continuando su relato, afirma que mantiene grabada en su memoria que en días posteriores a la llegada de Labré a su celda se apersonaron 3 militares que taparon su rosto con vendas, le sacaron la camisa, le ataron las manos en la espalda, le ataron los pies y luego le tiraron a la parte posterior de un camión en el cual lo trasladaron hasta un inmueble cerrado donde unieron sus amarras con otra cuerda y con ella le alzaron provocándole un dolor agudo fuertísimo que entumeció́ sus brazos y solo la punta de sus pies lograban tocar el suelo».
«Acto seguido pusieron electrodos en su pie y en su brazo derecho empezando los insultos en su contra y el interrogatorio propiamente tal, interrogatorio en el que identificó la voz de Labré entre las demás porque hablaba más alto y con más carácter que los otros que deben haber sido unas dos o tres personas más, no identificando al sargento Barra. Agrega que por cada pregunta le daban cargas eléctricas las que fueron incluso aumentando en su potencia al no recibir de su parte respuestas positivas. Le preguntaban si era soporte de la radio clandestina de Entume, por su actividad de técnico electrónico, así́ como también le preguntaban si era comunista, aunque él nunca ha sido de izquierda. Además cuenta que Labré incluso lo insulto por su apellido diciéndole “y eres judío concha de tu madre”.
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