Conservar y resguardar el tradicional cultivo de siembra de quinoa en secano, es lo que está realizando la localidad de Enquelga en la comuna de Colchane, cuya actividad se efectúa tres veces al año, gracias al esfuerzo que hacen los habitantes del sector.
Septiembre es la segunda siembra del año y en esta oportunidad la comunidad contó con la presencia del Alcalde de Colchane Javier García Choque, los concejales Javier Castro, Isidro Challapa, el director de Indap Raúl Quinteros, representantes de la Conadi y Conaf, funcionarios de PDTI de la región y también de Arica y Parinacota y Antofagasta, estudiantes de las universidades Arturo Prat, Tarapacá.
“Yo crecí sembrando la quinoa. Si viene la lluvia hay cosecha, por eso siempre pedimos a la pacha mama que suelte del cielo la lluvia. La primera siembra es en agosto, segunda siembra en septiembre, y la tercera siembra es en octubre”, explicó Jacinto Castro Flores, dueño de la chacra donde se realizó la siembra, quien agradeció la presencia de las autoridades en este evento tan importante para ellos.
Esta actividad se enmarca dentro de las acciones formativas de la PDTI, cuyo trabajo es conjunto con la comunidad y cuenta con el apoyo de la Ilustre Municipalidad de Colchane y Servicio País.
Por su parte el director de Indap, expresó “estamos haciéndonos parte de esta actividad muy respetuosamente, así como lo hicimos para la época de la cosecha, luego de la trilla. Queremos hacernos parte de este importante proceso que es la siembra y la siembra ancestral, porque es un elemento que los pueblos tienen que tratar de defender y proteger. Nosotros estamos muy convencidos que la quinoa del altiplano es única en el mundo y queremos que con el congreso mundial del 2019 logremos que esto se concrete de verdad”.
Asimismo el Alcalde de Colchane destacó el gran trabajo que realizan las comunidades de Colchane por conservar sus tradiciones.
“Nosotros como municipio estamos comprometidos en trabajar mancomunadamente con las instituciones como Indap, Conaf, a objeto de poder resguardar este tipo de actividades ancestrales, que por cierto tienden a desaparecer. Ese es el objetivo y el desafío nuestro de cómo rescatar y conservar estas prácticas y entregar este conocimiento a las nuevas generaciones”, dijo el edil.
Cabe destacar que esta actividad es realizada bajo la cosmovisión aymara, mediante el concepto “ayni” (reciprocidad), en donde la comunidad participa en el trabajo de la chacra, para luego ser retribuido en el momento que le toque sembrar en su terreno.