POR ANDRÉS VILANOVA
Cuáles fueron los delitos de Víctor Jara para que sus asesinos le molieran las manos antes de fusilarlo. Haber nacido en un hogar de campesinos, abandonar el sacerdocio, escribir música con letras que hablan del sentir del humilde, escribir canciones y música para la TV, ser un gran artista y poeta de izquierda. Esos eran sus pecados.
Víctor murió siendo digno y amando a su gente y la música, muy lejos del odio que tuvieron sus torturadores aquellos días de septiembre de 1973.
Víctor Lidio Jara Martínez, nació en 1932 y consagró su vida al arte. Es autor de las más bellas canciones que hablan del amor del trabajador, de la pobreza que vive el pueblo. “Plegaria para un labrador” es un rezo desesperado por recuperar a ese Dios de todos, cuya imagen capitaliza la aristocracia en su beneficio.