septiembre 8, 2024
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19

Mar

Baquedano se está muriendo | @plumaiquiqueña

@plumaiquiqueña


De niña me encantaba pasear por la calle Baquedano, observaba su arquitectura inglesa con grandes casas majestuosas. Para mis ojos infantiles y soñadores eran verdaderos «Palacios encantados». Me imaginaba que pertenecía a esos tiempos antiguos, vanagloriados por la opulencia del salitre, a esa ciudad cosmopolita, que se reflejaba en la histórica calle señorial, con casas armadas de pino oregón, hermosas, y protagonistas del paseo romántico que invita a morir al lado de ese amor.

En enero del presente año, la ciudad en llamas desgarraba el corazón de todos los habitantes. Hoy en el puerto heroico Bomberos dio la alarma de incendio en el sector de Baquedano, esquina Zegers. Se repite como una canción aprendida, la historia marcada por los siniestros desde los albores del barrio peruano cruzando la guerra del Pacífico, la Matanza de 1907, la crisis salitrera, el auge pesquero, la Zona Franca y la instalación de las mineras. Muy cerca del trágico suceso de hoy, en 1974, el fuego arrasó con la “Comisaría de Carabineros de Iquique”; en calle Zegers con Obispo Labbé. El 29 de enero del 2008, el Palacio Mujica; se convirtió en otra víctima, donde prometieron reconstruirlo, no obstante, fue en vano.

La ex Huancavelica, arde y muere lentamente con otra casa georgiana arrasada por las llamas. Con ella, se van las memorias de serenatas eternas a la luz de la luna, de trovadores caminando en la inmortalidad de la noche, trajes largos, sombreros elegantes, con guantes finamente bordados. Duele el alma, porque Baquedano, es considerada por muchos, el corazón del Glorioso, un lugar romántico, señorial, donde converge el pasado con el presente.

Se requiere un cambio al plan regulador del casco histórico de la ciudad y una intervención en las casonas antiguas, reforzando los planes de prevención de incendios, seguridad social y sanitaria. Locales comerciales como restaurantes y pubs atentan al estilo arquitectónico del paseo señorial. Aparte de constituir un peligro por el alto material combustible en su interior.
¿Qué estamos esperando? que venga un superhéroe a salvar a Baquedano de la catástrofe cultural.

Fotografía: Hernán Pereira Palomo

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