Las imágenes tienen casi treinta años y fueron captadas en los años de la dictadura, cuando el servicio militar era obligatorio y tenía una duración de dos años. Anastasio Palma, tenía 17 años en 1978, cuando ingresó como conscripto en el regimiento Maipo de Valparaíso para llegar al Batallón de Comando en el Carampagne.
Palma relata cómo obtuvo las fotografías a The Clinic, que la publica en su portal web la tarde de este martes: “En los regimientos, siempre había fotógrafos. Un suboficial que andaba con la cámara (Polaroid). O cualquier soldado era contratado para eso. Tomaba las fotos y las vendía. Para ellos era un chiste”.
El relato sigue con detalles de su paso por zonas de la región de Tarapacá: “Fuimos movilizados a distintas partes. Todo lo que era tiro y combate, lo hacíamos en el Fuerte Baquedano. También estuvimos en Humberstone, donde las torturas fueron terribles. Allí estábamos aislados del mundo. Había solo un telefonista de servicio y apenas podíamos llamar a las comisarías de los pueblos de donde veníamos. Estábamos prisioneros”.

Recuperar esas imágenes para Anastasio Palma no fue fácil, que si bien había fotógrafos militares que captaban las imágenes y venderlas como recuerdos, pero esas reproducciones no podía salir de los regimientos.
“El tema era cómo sacarlas del regimiento. Una cosa era tener la foto en tu poder en la cuadra, en tu casillero… Si te la pillaban, te la hacían tiras. Para sacarla, había que esconderla. En la guardia te revisaban hasta el ano”.
Ver nota completa en The Clinic