La mayoría de las cárceles femeninas de México presentan problemas como superpoblación, privilegios para algunas presas, condiciones antihigiénicas y prostitución, revela el último informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), un organismo estatal autónomo que analizó las condiciones de 77 de las 102 prisiones del país.
Las reclusas en prisiones del Distrito Federal y 31 estados de México «viven un infierno» y tienen que enfrentarse a un número creciente de problemas desde hace una década, denuncia el ‘Informe especial de la CNDH sobre las mujeres internas en centros penitenciarios’ citado por Sinembargo.
«En los centros de reclusión se detectaron irregularidades diversas, como deficientes condiciones materiales; insuficiencia en los servicios; desigualdad entre las áreas varonil y femenil; alimentación deficiente; maltrato; sobrepoblación y hacinamiento; autogobierno, cobros y privilegios; prostitución; inadecuada separación y clasificación; y aplicación discrecional de sanciones disciplinarias», dice el informe.
No solo las reclusas sufren las condiciones inadecuadas del sistema penitenciario mexicano, sino también sus hijos. El documento de la CNDH detalla que en 10 prisiones no se permite la estancia de menores de edad con sus madres internas, lo que «por supuesto vulnera el derecho de los menores de estar y convivir con sus madres, así como el interés superior de la infancia».
«Es injustificable que cuando el Gobierno ejerce su mayor poder de coerción, de fuerza, que es la privación de la libertad para aquellas personas que han cometido un delito, el cumplimiento de esta privación de libertad se realice en un estado de ilegalidad», declaró Ernesto Canales Santos, el presidente de la Fundación Renace, que apoya procesos de reinserción social de personas en reclusión.
Fuente RT