@pluamiquiqueña
Querido viejito Pascuero esta Navidad quiero cuatro juguetes; un coche, un traje de baño Catalina, un balde de playa y la Hugga Bunch. No te pedí una Barbie verdadera, porqué están muy caras, no importa viejito mi vecina tiene muchas y siempre me presta alguna de ellas, mi preferida es la «Barbie Secretaria».
Mamá comenta que todos estos regalos están en la Zofri y que ella será tu asistente personal en la entrega de juguetes. ¡Sabes! Tengo un sueño, me gustaría conocerte, he visto unos pascueritos parecidos a ti, arriba de unos camiones bailando al son de un bronce y un tambor medio alegres, medios chispeantes con las mejillas enrojecidas por el sol.
Lo más impresionante viejito es la lluvia de pastillas que cae sobre nuestras cabecitas; nos tiramos un piquero al suelo agarrando un puñado entre la tierra y el asfalto suelto.
Te cuento que pasé de curso con un M.B y la señorita Diana del Liceo A-11 me puso una anotación positiva en Artes Plásticas por llevar siempre el delantal. Voy a extrañar jugar con mis compañeras al luche, don Juan El Campesino, el elástico y la escondida. También cantar la canción de Cachureos al entrar a la clase, lanzar la almohadilla con la tiza esparcida, ser semanero, desfilar y cantar el himno nacional todos los lunes izando la bandera.
Llegó el verano viejito, voy ir a la playita Bellavista con las condoritos, jugar a la chaya y hacer la chinita con las niñas. En la tarde, nos reuniremos alrededor de la abuelita para recibir esa deliciosa hallullita de Panadería Castillo con mortadela platinada.
¡Sabes! Mi hermano el Toño te pidió un auto a control remoto y una pelota para jugar en la cancha de baby del barrio El Morro. Te cuento que armamos el arbolito el día de la Virgen, el 8 de diciembre y colocamos al niño Dios junto a los pastorcitos y las casitas de techos de arena. Dice mamá, que hoy iremos por la segunda pinta del año en Tiendas Arthurs; ropa para toda edad; precios bajos garantizados. La primera pinta la ocupamos para el 21 de mayo. Viejito lo que más me gusta después de comprar en alguna tienda de trato familiar es saborear un delicioso helado en La Pininna de esquina Ramírez.
Es bonito también pasear por el centro, me gusta perseguir las palomas de la arbolada Plaza Condell, sacarnos una foto con el señor de la cámara de cajón y acompañar a mamá al kiosko de don Manuel González por un Advance largo.
¡Me pone feliz! Saludar a otros amigos de la mano de sus mamás. El Marco Cartes casi siempre lo veo en la fila de la Panadería El Pueblo, y los demás chiquillos en farmacias Victoria viendo los monitos de plumavit o en Las Dos Estrellas mirando al carro navideño con sus renos. Me encanta recibir en mi cara los rayos del sol desde cualquier lugar, el único elefante que da sombra está muy lejos y se llama Ticnamar.
El aire marino refresca mientras respiro, el corazón se acelera al ver al chiquillo que me gusta por la vereda del frente, me pongo a cantar los villancicos con los niños del jardín arriba del Hemiciclo, saludo a «Buquecito» vestido de Pascuerito, con una campanita en la mano en calle Tarapacá.
¡Es navidad viejita Pascuero! Todas las familias se han preparado con anticipación, limpiando y oreando la casa. Mamá compró un pavo gigante.
¡Oh! tendremos que comer por tres días y sin protestar, pero lo acompañaremos con arroz iquiqueño, y eso me gusta, más un tecito con cedrón y hierba luisa.
¡Feliz Navidad Viejito! Si no puedes traer la Hugga Bunch, déjame los momentos de estar en familia, todos juntos alrededor de la mesa larga frente al inmenso mar, déjame escuchar el himno de Iquique con el alma estremecida y bailar el cachimbo de Tarapacá por radio Mundial.