Con el anuncio de la respostulación del senador Fulvio Rossi quizás se dio el puntapié inicial de la carrera parlamentaria de este año, donde además de renovar representantes en la Cámara Alta, hay que elegir tres diputados, todos los consejeros regionales y lo más probable un Gobernador Regional.
Estos meses, antes de las elecciones de noviembre, serán intensos en proselitismo, acusaciones y ofertones, pero acá es donde la gente, los que pagan colectivos, los que tienen deudas, deben tomar en cuenta, no creer en cantos de sirenas e informarse y buscar una opción con visión critica de nuestros nuevos parlamentarios.
Hoy las redes sociales, en el buen sentido, son una válvula de escape para nuestras ideas, opiniones y enojos. Además la información está al instante, ya no nos la pueden negar, que es de carácter pública, aunque en este punto, dilatar la entrega ya es casi una conducta normal.
Es verdad que la política está desprestigiada, pero eso no quiere decir que no vamos a votar, al revés ahora es cuando debemos castigar a esos parlamentario que lo han hecho muy mal, a aquellos que han tenido problema con la justicia o están imputados por algunos casos. Buenos ejemplos tenemos con los apellidos Isasi y Orpis.
Tenemos nuevos nombres en la política local, hay que darles la oportunidad a nuevas personas. Puede que se equivoquen, pero es necesario cambiar a los que hay ahora. Ya basta de promesas, regalos y comidas pre electorales, para llegar al Congreso que utilizan algunos candidatos, para desde ahí disfrutar de las garantías del poder y el abuso de los recursos públicos.
Iquique puede cambiar a los rostros que hoy nos representan, y parafraseando la propaganda del “NO” de hace casi 30 años, con un lápiz podemos cambiar la historia.