Casi como una cita a ciegas con final feliz, fue el encuentro organizado por la Facultad de Recursos Renovables de la UNAP y de la representante de la Viña Miguel Torres, Natalia Vargas, donde se degustaron todo tipo de vinos, desde los más cuicos mostos hasta un humilde “cartonet 120”. “La idea de la convocatoria fue de carácter espontánea, en torno a la celebración del Día del Vino chileno, para conversar con alturas de miras sobre la producción, la industria- y cómo no- la degustación de algunos de nuestros queridos mostos”, indicó Natalia Vargas organizadora del evento. ¿Natalia cuál es tu balance del evento? -Para mí se cumplió con creces la expectativa. La intención era reunir a las personas que aprecian el vino, sin experiencia y con, en torno a una charla educativa del arte de beber. Participaron de buena ganas personas con y sin experiencia, comentando y aportando sus propias visiones. Deseo realizado y gracias al equipo de Vinos del Desierto del Departamento de Recursos Naturales de la Unap y a la Facultad de Arquitectura. ¿Qué importancia tienen las cepas rescatadas por la UNAP frente a otras del sur del país? – Acá hay un mérito absoluto de la Unap con la presentación de sus propios vinos. Momento, más que ser una cepa única, lo que veo yo , es que estamos hablando de plantas que han «especializado» su adaptación a estos parajes desérticos, de temperaturas extremas y recursos hídricos escasos. Quizás en unos años, estas vides, podrían ser parte de la solución a la escasez del agua. ¿Que vinos le recomendarías a los iquiqueños? -Qué prueben de todo no más. No hay que ser remilgad@ frente a tantas opciones de vinos que nos ofrece nuestro propio país. Atreverse con cepas distintas, salir del clásico “Cabernet Sauvignon”, de gran cuerpo, buenos “taninos” y aventurarse con un floral Pinot Noir para estar a la vanguardia para las Fiestas Patrias. Aventurarse con un vino producido con uvas país y vinos orgánicos.]]>