diciembre 11, 2024
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21

Feb

¡Convención Constitucional por fin levanta anclas! | Nelson Mondaca I.

NELSON MONDACA I.


Nelson Mondaca columna
Nelson C. Mondaca Ijalba
nmonijalba@gmail.com

Cuando el paro de los camioneros en solidaridad por la muerte de uno de ellos, Byron Castillo Ramírez (Q.E.P.D.), se terminaba por los compromisos asumidos por el gobierno del Presidente Piñera, con el fin de poner mayor control en las fronteras de nuestro Norte Grande. Asimismo de continuar una lucha frontal contra la inmigración ilegal. Tenemos que admitir, lamentablemente, que nuevas avalanchas de personas y familias no cesan de ingresar por pasos no habilitados a nuestro país, generando una situación de profundo malestar en nuestra ciudadanía.

Los episodios del Ministro Delgado son frecuentes en las películas de ficción. Hasta ahora nada da resultado. Por ejemplo, todas las medidas anunciadas como: mayor dotación policial, más militares con apoyo logístico, reconducción inmigrantes aprehendidos. Además de haber decretado Estado de Excepción y la nueva ley de extranjería puesta en escena, son abiertamente, desconocidas e ignoradas por miles latinoamericanos inmigrantes, entre ellos, delincuentes.

En nuestra población en general existe: pesimismo, rabia, miedo y un inmenso malestar en contra del Gobierno por sus medidas tardías y elaboradas para crear más que nada, un discurso publicitario que mejore la imagen de la Moneda. Mientras las soluciones de fondo, cuando se pongan en marcha, sí es que de verdad se accionan, serán de responsabilidad del nuevo Gobierno, a contar del próximo 11 de marzo.

Algunas personas instruidas, me han dado su opinión fundada en los hechos de Colchane. Juzgan por anticipado, al nuevo Presidente Boric, según tal corriente de ideas, será más indulgente con la inmigración ilegal. Por lo tanto la crisis será todavía más grande que la que tenemos hoy. Como siempre, tratan de defender en el fuero íntimo una postura anti Bachelet, en contra de aquellos cristianos que prestan solidaridad. Por último, acometen en contra los derechos humanos. Aquí no faltan los desubicados, groseros y pesimistas. Amigos y amigas, todo punto de vista es absolutamente válido cuando se hace con respeto y sin caer en la bajeza moral.

Mientras vivimos este descalabro de inmigración ilegal, por otra parte, el país tiene información que la Convención Constituyente ha aprobado por 2/3 de sus miembros, los primeros capítulos de propuesta para la nueva Constitución. Por fin, levanta anclas y comienza a navegar en el mandato dado por el pueblo. Hasta el momento su cometido legal, parece extraviarse por graves errores políticos de algunos de sus miembros. Por supuesto, las críticas de sectores conservadores no se han hecho esperar y es pan comido para los enemigos de una nueva Carta Magna.

La historia de esta Convención. Constitucional, desde mi punto de vista, esta semana que termina recién realmente comienza a escribirse. Todo los demás, son las páginas de una controvertida introducción. Su importancia radica en las normas aprobadas por los Constituyentes. Las modificaciones y cambios a la Constitución de los 80’ son ampliamente debatidas, son consensuadas y otras quedan en los desacuerdos y son rechazadas. Según sea, después pueden ser aprobadas por la mayoría de sus miembros en Comisión y Pleno..

No quiero anticiparme con opiniones parciales y anticipadas, incluso sobre temas ya resueltos. Pero todo está en trámite. Eso no significa no tener una opinión en la medida que exista un texto más integral y los párrafos tal como irán en la propuesta Constitucional para ser votados por la ciudadanía. Es un proceso en evolución y sujeto a la aprobación abierta y ciudadana en el “plebiscito de salida”.

También, tengo una cierta certeza que no serán solucionados todos los problemas de país, aún cuando, haya sido aprobado el texto de la Convención. Es un paso para perfeccionar una norma legal de envergadura mayor, sobre la cual se construye nuestra sociedad y nuestra República. Los chilenos tenemos varias crisis y salir de cada una de ellas tiene sus propios caminos. Como sea, cada una de ellas, tocará valores y principios, deberes y derechos individuales, responsabilidades sociales y las instituciones del Estado.

El hecho que tengamos una nueva Constitución, implica contar con una carta de navegación para evitar por ejemplo: las injusticias económicas, sociales, de género y de pueblos originarios, garantizar una mejor salud y materializar una educación de calidad y gratuita Viviendas que mejoren la calidad de vida y pensiones dignas. Tengamos presente que las Constituciones desde 1833 hasta la de 1980 y sus reformas contenidas en el decreto supremo N° 100, como consecuencia de la Ley N° 20.050, bajo la Presidencia de Ricardo Lagos, también perseguían nobles objetivos jurídicos; eran construir un Chile próspero y más justo. Pero al final, la soberanía democrática y del pueblo, quedaba en letra muerta.

Lo cierto es que se pondrá fin a una Constitución, como decía Andrés Bello que “representa ideas, pasiones e intereses de un cierto número de hombres que ha emprendido organizar el poder público según sus propias aspiraciones”. Aquí radica una diferencia fundamental con esas normas que aún rigen en nuestra Nación. Por lo que la nueva Constitución emergerá de la misma ciudadanía en nuestro largo y ancho territorio. La vida nacional tendrá su propio cauce institucional. El nuevo texto Constitucional que veremos a luz será con verdadera transparencia, pluralidad, discusión democrática y la voluntad del pueblo. Los Constituyentes deben trabajar duro, sudar la gota gorda y responder a su mandato. Sus nombres pasarán a la historia. Por fin la Convención Constitucional levanta anclas.

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