Hace seis días, Honduras celebró las elecciones presidenciales para definir quién gobernará el país por los próximos cuatro años, pero por primera vez desde el regreso de la democracia, los resultados de los comicios no se conocen casi una semana después.
Los dos principales candidatos, el presidente Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional, y Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, se declararon vencedores desde el mismo día, sin que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) hubiera informado siquiera del primer corte de los conteos.
Tras la inusitada espera, el TSE informó que Nasralla se imponía a Hernández por un estrecho margen que se fue ampliado hasta cinco puntos. Pero ocurrió una falla en el sistema de trasmisión de datos, y, al recuperarse, el actual mandatario superaba por alrededor de un punto a su contrincante.
El hecho conllevó a que el candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura convocara a sus seguidores a manifestarse y las protestas tomaron las calles de la capital y varias ciudades desde el mismo lunes.