ANDRES VILANOVA Para qué estamos con cosas, Chile y en especial los gobiernos centralistas han dado vuelta la espalda a Bolivia. Con la eterna promesa de las negociaciones “bilaterales”, de cumplir el acuerdo de 1904, que a Bolivia tiene facilidades en los puerto chilenos. Todos estamos de acuerdo que la actitud del canciller Choquehuanca no fue la más educada en sus visita a los puertos de Arica y Antofagasta, pero eso es a nivel diplomático, donde si pueden como histéricos, se sacan los ojos con el ministro Muñoz. El hecho de no autorizar un pasacalles, que se desarrolla todos los años por las arterias de Iquique, para conmemorar el día de la Independencia de Bolivia, es un gesto de mala educación que nos coloca al mismo nivel de los actos de mala educación de Choquehuanca y su comitiva. Acá la paradiplomacia, la relación de pueblo a pueblo, tiene otra mirada con los habitantes de Bolivia, donde una larga relación de amistad y fraternidad entre Iquique y Oruro tiene décadas de férrea unidad. La gente común y corriente, el hijo de vecino, el iquiqueño “neto”, sabe de esta unión con los bolivianos. Admiramos sus comidas, imitamos sus bailes, sus carnavales, Los Kjarjas llenan escenarios en las ciudades del norte de Chile. En las ferias se adquieren mercaderías de origen boliviano, de calidad y menor costo. Jóvenes chilenos estudian en universidades de Chochabamba y Santa Cruz. Bolivia es el mejor cliente de Zofri, nuestra palanca de desarrollo. En Iquique hay un barrio boliviano, incrustado como una tradición más de nuestro puerto. No autorizar una actividad de los bolivianos que viven en Iquique es un acto de mala educación y descortesía. Así de simple.]]>

De mal en peor: Gobierno no autorizó conmemoración de colonia boliviana
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