El reciente dictamen de la Contraloría General de la República, que ordena el descuento de los días no trabajados por los profesores en paro, ha encendido las alarmas dentro del gremio docente. Para el Colegio de Profesores, esta medida no es solo un ajuste administrativo, sino un intento de amedrentar al magisterio y desincentivar futuras movilizaciones.
El presidente nacional del gremio, Mario Aguilar, ha sido enfático en su rechazo a la decisión y ha defendido el derecho de los docentes a manifestarse. «Siempre hemos recuperado las clases», señaló, cuestionando el argumento de la Contraloría de que los días de paro representan una falta de cumplimiento de funciones.
El dictamen fue emitido justo antes de una jornada de movilización, lo que ha sido interpretado por los docentes como una estrategia para desincentivar la protesta. «Nos quieren castigar por alzar la voz, pero seguiremos defendiendo nuestros derechos», afirmó Aguilar.
Por su parte, sectores políticos han respaldado la medida, argumentando que los trabajadores del sector público deben cumplir con sus funciones y que cualquier interrupción debería reflejarse en sus remuneraciones.
Mientras tanto, la tensión sigue en aumento, y el Colegio de Profesores estudia posibles acciones legales para enfrentar lo que consideran una medida injusta. «Esto es una vulneración a nuestros derechos», advirtió Aguilar, agregando que no descartan una respuesta contundente por parte del gremio.