NELSON MONDACA I.
Difícil tarea le tocó al Presidente Gabriel Boric el reciente miércoles 1° de Junio. Su primer discurso a la Nación, dando la Cuenta Pública de su gestión al país. Recién corrían 81 días desde, que asumió como Mandatario de la República. En este breve andar, los amigos del modelo capitalista inhumano, apresuradamente, en sus famosas Encuestas, nutrían a los diferentes medios de comunicación, con estadísticas que destruían la figura del joven Presidente y su Gobierno.
¿Qué resultados se puede esperar en tan corto tiempo? Pero así son las cosas. Entonces, el Presidente, bien podía enfocar parte de su tiempo en hacer un balance de cómo recibió el país. Tal vez, hacer un diagnostico de nuestras realidad y dejar en claro, cuales son prioridades políticas. Enunciar las medidas legislativas más urgentes y dar un paseo discursivo por las promesas de su campaña presidencial.
Aterricemos. Sí alguien esperaba que el Presidente Boric, mostrara resultados de su gobernanza, pues estaba muy equivocad/a. Este tiempo fue de instalación en el poder, de aprender que “otra cosa es con guitarra” y que las nuevas responsabilidades políticas son buenas razones para mejorar las propuestas y la acción, por medio de las instancias que el propio poder les otorga. Más claro, no solamente vale la teoría, sino lo que aprendemos por la experiencia del trabajo que se desempeña. Nadie nace sabiendo y tampoco nadie tiene todo el conocimiento de la democracia, incluso, por buen profesional que se sea y se tenga un buen currículum en el ámbito de su ideología política.
Antes de poner otro énfasis del discurso, repasemos la historia reciente. No hay que ser muy inteligentes para darse cuenta que los grandes problemas de injusticia de Chile quedaron de manifiesto en Octubre del año 2019, con el “estallido social”.
Una multitud de millones gente protestando contra el modelo de sociedad construido por un Estado al servicio de una estructura capitalista salvaje. Lo más grave, la clase política totalmente desprestigiada, surgen los problemas de corrupción. Casos que se suman, unos tras otros. Al final del horizonte, en estos nuevos tiempos, con la vuelta a la democracia, el pueblo estaba más que sufriendo; seguía siendo saqueado por el poder económico/político monopólico. Más pobreza y más miseria.
Cuento corto, el pueblo se cansó, ya se le agotó la paciencia, estaba resuelto a asumir las consecuencias de su rebelión En medio de estas movilizaciones y fuerza de millones de chilenos/as, la clase política logra un acuerdo por la paz y de asumir construir un nuevo destino más justo para Chile. En esta instancia surgió la tarea política de hacer participar al pueblo sobre una nueva Constitución. La respuesta fue categórica, inobjetable a favor de una nueva Carta Magna. Hoy está todavía en construcción. Existe un borrador con 499 artículos, la Convención aún discute su perfeccionamiento y su puesta en marcha, en caso de ser APROBADA.
Por favor, el país viene de estar sumido en varias crisis. Partiendo por la crisis global del libre mercado impulsada por Donald Trump. Los diferentes gobiernos fueron incapaces de armonizar más crecimiento con mayor equidad. El rol de Estado en materias económicas se transformó en un verdadero dolor de cabeza y las privatizaciones sirvieron para aumentar la riqueza en manos de unos pocos.
Las regiones, incluyendo la nuestra, Tarapacá, quedaron en el patio trasero del excesivo y abusivo “Centralismo”. Nos frenaron el progreso y nos ahogaron con la burocracia Estatal; hasta la Zofri, fue encadenada a estas políticas colonizadoras, bajo dogmas Constitucionales, hasta ahora, lindos pero falsos. Tres ejemplo: “Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos” (Artículo 1°). “El Estado de Chile es unitario” (Artículo 3°). “Chile es una república democrática” (Artículo 4°). La máquina brutal del “Centralismo” nos hizo fijó un destino y nos sometió a la esclavitud moderna, truncando nuestro legítimo camino al Desarrollo.
Para el máximo de los colmos, el virus mortal del coronavirus Covid 19, nos hace padecer con insoportable dolor el fallecimiento de familiares y amigos. Bajo la Pandemia, aumenta la cesantía; debemos recurrir a nuestros ahorros previsionales para sobrevivir, etc. La pandemia profundiza aún más nuestras carencias y medios de vida. Increíble pero cierto. Parece que no nos damos cuenta de los verdaderos alcances de esta crisis sanitaria.
En resumen, a mi juicio, tenemos un país estresado, depresivo y enfermo; violento, desalentado, abunda la capacidad destructiva, prevalecen los más fuertes, los ricos son más ricos y los pobres más pobres, el pesimismo nos golpea a diestra y siniestra. En fin, como si fuera poco, entonces, tenemos la invasión de Rusia a Ucrania. Bajo este conflicto bélico resurge la amenaza de una guerra nuclear. Es decir, el mundo se destruye así mismo. ¡Que crueldad, que locura y torpeza abominable del ser humano!
Inmersos en esta condición internacional, Chile sigue adelante con la inflación. El mejor negocio de los poderes económicos. El Banco Central en vez de frenar las alzas con sus políticas de intereses, coadyuva a la crisis económica. Los precios de la canasta básica suben y suben los precios de los servicios esenciales, de los arriendos y vemos como nuestros salarios se vuelven cada vez más precarios. De esta forma, tenemos una nueva realidad de país.
Tenemos que admitir que en este contexto social el Discurso del Presidente Boric, no era para nada de fácil. Vivimos momentos muy complejos, inciertos sin límites y de grandes frustraciones acumuladas. El imperio del capitalismo neoliberal en el suelo, con una clase política descreditada, con instituciones del Estado cuestionadas en todo sentido, entonces, el discurso del Presidente Boric era mucho más que cumplir con su deber. Era asumir con valentía los compromisos de hacer un mejor Gobierno. Mucho mejor si tiene normas Constitucionales modernas que aligeren la carga y en el corto plazo, nuestra sociedad tenga más bienestar y felicidad. Tengo fe que no faltará a su palabra. Mis esperanzas como la gran mayoría de los chilenos y chilenas, están vivas por construir un mejor futuro para nuestros hijos/as y descendientes. Asumiendo que debemos superar el amargo y triste presente… Ahora, esperemos que todas las promesas hechas nuestra Región sean de verdad cumplidas en lo que resta del año.